Afiliados AFP según saldo, sexo y edad

Doscientos mil afiliados a las AFP no pueden jubilar a pesar de haber cumplido la edad legal para hacerlo, porque sus pensiones promediarían apenas 81 mil pesos. Dos tercios de ellos son mujeres, cuyas pensiones alcanzarían a 65 mil pesos en promedio. Ellos representan un quinto del total de pensionados por las AFP y compañías de seguros.

Si se terminan las AFP y se restablece el esquema de reparto, las solas cotizaciones obligatorias actuales permitirían pagar las pensiones de todos ellos, los ya jubilados y los que no han podido hacerlo ¡duplicando el monto de todas ellas!

Tras efectuar todos esos pagos, quedaría un excedente de caja del orden del 60 por ciento de los beneficios actuales, equivalente a las pensiones vitalicias que tendrían que continuar pagando hasta su extinción, las compañías de seguros que ya se apropiaron del fondo completo de quienes las contrataron.

Ello resulta sustentable con holgura durante muchos años, sin aumentar la tasa de cotización ni elevar la edad de jubilación, puesto que los aportes de los afiliados crecen a un ritmo que triplica el incremento anual del número de adultos mayores.

Adicionalmente, se liberarían los aportes directos del fisco al sistema de AFP, que equivalen al 60 por ciento de todos los beneficios pagados por éste el año 2012. Por si eso fuera poco, se liberarían subsidios fiscales indirectos, como los "incentivos al retiro", como el acordado el 2014 con el magisterio, que equivale a más del aporte previsional solidario de este año. Finalmente, se podría terminar con los escandalosos beneficios tributarios al sistema de AFP, que ya suman casi un 40 por ciento del total de aportes fiscales directos al sistema de AFP.

Según cálculos de CENDA en base a la Superintendencia de Pensiones, a diciembre del año 2013, cerca de 200 mil personas habían cumplido su edad legal de retiro y no habían jubilado. Dos tercios de ellos son mujeres mayores de 60 años y un tercio hombres mayores de 65 años.

Cabe observar que esa proporción entre mujeres y hombres es parecida a la que se da en la población adulta mayor y entre los jubilados por los sistemas públicos. Sin embargo, es la inversa a la de los actuales jubilados AFP, dos tercios de los cuales son hombres. Ello confirma de modo palmario la flagrante discriminación contra las mujeres en el sistema de AFP, puesto que son el único grupo al cual se reducen sus pensiones en función de su mayor expectativa de vida, lo que no se hace con las comunas de altos ingresos, por ejemplo, que constituyen grupos bastante más longevos que las mujeres, en promedio.

Su saldo promedio en su cuenta AFP es de 16,2 millones, que sube a 21,6 millones en el caso de los hombres y baja a 12,9 millones para de las mujeres. Sus eventuales pensiones AFP se pueden estimar como la doscientosava parte de esos saldos. Promedian 81 mil pesos mensuales, suben a 108 mil pesos mensuales en el caso de los hombres y bajan a 65 mil pesos mensuales en el caso de las mujeres. ¡Con razón no pueden jubilar!

El gasto de pensionar hoy a esas 200 mil personas resulta un poco más de 196 mil millones anuales. Ello sin contar con los aportes previsionales solidarios a que tendrían derecho casi todos ellos.

Dicho costo representaría un incremento por una vez del orden del 10 por ciento del gasto en pensiones del sistema AFP, que el año 2012 representó cerca de 2,3 billones de pesos. De ese total, las compañías de seguros pagaron poco más de 1,25 billones, las AFP poco más de 0,85 billones y el fisco pagó directamente 0,17 billones en aportes previsionales solidarios (APS).

En caso de terminarse hoy con las AFP, las solas cotizaciones obligatorias de los afiliados, que sumaron ese año cerca de 4,4 billones de pesos, permitirían duplicar el monto de las pensiones pagadas por las AFP y aseguradoras. Adicionalmente, permitirían absorber casi todo el impacto por una vez, de las pensiones adicionales de todos los que han postergado su retiro, a su vez duplicadas.

Ello resulta sostenible en el tiempo, puesto que el ritmo de incremento de las cotizaciones es de10 por ciento anual, muy superior al aumento de los beneficios. Esta brecha crecerá sucesivamente, a medida que estos últimos se aproximen a su límite natural, que es el incremento en los adultos mayores. Éstos crecen un 3,5 por ciento anual hoy, ritmo que se reducirá a 2,6 por ciento anual en la primera mitad del siglo.

De este modo, las solas cotizaciones obligatorias pueden solventar el pago de pensiones a todos los afiliados a las AFP que han cumplido su edad legal de retiro, tanto los ya jubilados como los que no han podido hacerlo. El monto promedio de las pensiones, que a diciembre del 2012 era de 180 mil pesos mensuales, se puede elevar a más de 360 mil pesos mensuales, el doble de lo actual.

Todo ello sin aumentar la actual tasa de cotización de cerca de 13 por ciento, ni elevar la edad de jubilación a los hombres ni tampoco a las mujeres.

Aún así, durante varios años el sistema arrojaría un gran excedente, equivalente a los 1,3 billones de pesos que hoy pagan las compañías de seguros. Éstas tendrán que continuar pagando las pensiones vitalicias, puesto que se apropiaron de la totalidad de los fondos de quiénes las contrataron. Adicionalmente, se pueden liberar para otros usos todos los aportes fiscales directos al sistema de AFP, es decir, los bonos de reconocimiento, APS y Garantías Estatales de Pensión Mínima (GEPM). El año 2012 éstos representaron casi 1,4 billones de pesos, equivalentes al 60 por ciento de los beneficios pagados ese año por el sistema de AFP en su conjunto. Además, se podrán liberar los subsidios fiscales indirectos al sistema de AFP, como los beneficios tributarios del ahorro previsional voluntario (APV) y los "incentivos al retiro".

Los primeros habían acumulado al año 2012 un gasto tributario de 6,8 billones de pesos, que equivale a más de un 40 por ciento de los aportes fiscales directos totales al sistema de AFP desde su creación. Estas franquicias benefician sólo al uno por ciento de mayores ingresos de los afiliados, que son los únicos que pagan impuestos a la renta significativos.

En el caso de los incentivos al retiro, sólo el recién acordado con el magisterio el año 2014 representa 0,26 billones de pesos, bastante más del APS de este año. Por lo tanto, se puede afirmar con toda tranquilidad que sólo con las cotizaciones se pueden duplicar todas las pensiones del sistema privado, si se termina hoy con las AFP.

Saldo Promedio por edad y sexo n