Remuneraciones del Magisterio, Dic 2002

COLEGIO DE PROFESORES DE CHILE

ESTUDIO DE REMUNERACIONES DEL MAGISTERIO

Versión

Diciembre 2002

Preparó: CENDA

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mailto:cpaiva@cep.cl

http://www.cep.cl/Cenda/Colegio_Profesores/Proyectos/Informe_Remuneraciones/Informe_Remuneraciones.html

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INDICE GENERAL

Resumen Ejecutivo........... 3

Antecedentes Generales ........... 8

Incremento del Gasto Público de la Década del 90........... 10

El Profesorado........... 12

Dependencia:....... 12

Jornada....... 13

Antigüedad....... 14

Formación....... 15

Función....... 16

Remuneraciones del Magisterio: Evolución Histórica........... 16

Remuneraciones del Magisterio: Estructura y Modelo........... 20

Resultados de Negociaciones de la Década del 90........... 22

Otros Antecedentes Confirman el Deterioro de Remuneraciones del Profesorado Chileno........... 22

Comparación con Otros Profesionales en Chile....... 22

Comparación a Nivel Latinoamericano....... 26

Conclusiones........... 33

Resumen Ejecutivo

El sistema educacional chileno ha sido impactado fuertemente por las transformaciones generales ocurridas en el país en el curso de las últimas décadas. Es así como luego de un largo período de rápido desarrollo, entre 1960 y 1973, el sistema educacional público sufrió un deterioro sin precedentes durante el período dictatorial, para volver a recuperar un ritmo acelerado de recuperación y transformación durante los gobiernos de transición a la democracia. Es así que el gasto público en educación, luego de alcanzar un máximo de 1,583 millones de dólares en 1972, cae a 877 millones en 1975 y 1,026 millones de US$ en 1990. Incluso la matrícula total del sistema se redujo en términos absolutos, entre 1974 y 1982. Durante la década de los 90, en cambio, el gasto casi se triplica, alcanzando a poco menos de 2,800 millones de dólares en 2001, todas las cifras en dólares de 2000. Expresado en relación al Producto Interno Bruto (PIB), el gasto público en educación alcanzó el 2000 un nivel de 4.2%, lejos del 7.2% alcanzado en 1972. El gasto privado en cambio, ha crecido aceleradamente desde la década de 1980 y al 2000 representa un 3.3% del PIB, aproximadamente.

En el curso de los años 80 la estructura del sistema se modificó radicalmente, pasando de un sistema público de régimen funcionario a uno básicamente empresarial, en el cual el Estado subsidia la demanda del 89% de los alumnos matriculados en educación básica y media. Un 53% de los alumnos atienden clases en escuelas traspasadas a los municipios y un 36% en escuelas particulares subvencionadas. El sistema particular pagado, por su parte, atiende a un 9% de la matrícula, asistiendo el resto a escuelas en manos de corporaciones. Este proceso de privatización ha continuado con fuerza y es así que en el curso de los años 90 mientras todos los segmentos mencionados han crecido, los sectores particular subvencionado y particular pagado lo han hecho a un ritmo que duplica y cuadriplica, respectivamente, la tasa de crecimiento del sector municipal. Entre 1998 y el 2000, mientras la matrícula en el sector municipal crece un 1.2% anual, en el sector particular subvencionado lo hace en un 5.1% y en el particular pagado se estanca, aumentando sólo un 0.6%, probablemente debido a la crisis económica.

Un aspecto relevante, quizás el principal, de la reforma educacional de los últimos años, es la extensión de la jornada escolar completa, JEC. En el 2002, un 63% de los establecimientos y un 33% del alumnado está ya en JEC, sin embargo, la mayor parte de ellos parece concentrarse en la educación particular. Es así que las horas de contrato de maestros, crecen un 1.6% en el sector municipal, un 6.9% en el particular subvencionado y un 8.7% en el particular pagado, entre los mismos años. El aporte público crece fuertemente - las subvenciones crecen un 35% - al pasar los colegios a JEC.

El profesorado alcanzó el 2000 a 144,377 personas y está compuesto abrumadoramente por maestras, quiénes superan el 70% del total, en todas las categorías, a excepción de los cargos directivos en las cuales constituyen minoría. Un 56% del profesorado labora en establecimientos municipales, un 28% en el sector particular subvencionado, un 14% en el sector particular pagado, y un 2% en corporaciones. Entre 1998 y 2000 las maestras aumentaron su número en un 3.8% anual, más rápido que los maestros, quiénes lo hicieron al 2.6% anual y que el total del profesorado, que creció a una tasa anual de 3.5% entre esos años. En promedio tienen una jornada contratada de 36.9 horas semanales, cifra que crece a un 0.25% anual entre 1998 y 2000 y a un 0.9% anual entre el 2000 y el 2002, debido posiblemente a la implementación de la JEC. Un 8.9% del profesorado trabaja más de 44 horas, en más de una escuela y esta proporción ha crecido a una tasa de 1.4% anual entre 1998 y 2000. La antigüedad promedio del profesorado es de 16.8 años, un poco más de ocho bienios, cifra que ha crecido a una tasa de 0.5% anual entre 1998 y 2000; y un 13.% del total del magisterio tiene más de 30 años de servicio, un total de 19,251 maestras y maestros, grupo que crece al 7.6% anual entre 1998 y 2000. La edad promedio del magisterio es de 43.5 años, y crece a una tasa anual de 1.1%, siendo éste indicador significativamente mayor en el sector municipal, donde la edad alcanza un promedio de 46.2 años; casi la mitad del profesorado está en el segmento 40-55 años de edad y casi un quinto tiene entre 46 y 50 años. El 90% tiene títulos en educación básica o normalista y en educación media, en una proporción de 63% a 37% entre ambas categorías; el profesorado de educación media crece a una tasa anual de 5%, más rápido que los de educación básica o normalista que lo hacen a una tasa anual de 1%, aunque no tanto como educación diferencial y de párvulos, que presentan tasas de crecimiento de 8% y 7% anual, respectivamente. Un 83% del profesorado se desempeña en aula y un 4% en funciones técnico pedagógicas, mientras un 11% ejecuta labores directivas.

Las remuneraciones del magisterio crecieron más rápido que las del total de los trabajadores del país entre 1960 y 1973 pero se derrumbaron, en cambio, en forma más pronunciada que el resto, en los primeros años de el régimen militar. Su recuperación hacia 1981 fue asimismo menor que la del promedio general y su caída más pronunciada en la década de los 90. Es así que en 1990 la remuneración de una maestra o maestro con 10 bienios. 30 horas de contrato y en un 65% de enseñanza básica y un 35% de enseñanza media, que en el presente estudio se denominará profesorado “tipo” y que es muy parecido al promedio actual, alcanzó su mínimo de los últimos cuarenta años: $177,938 mensuales en moneda de diciembre de 2001 ¡Una cuarta parte de los niveles alcanzados a principios de los años 70!. En el curso de los años 90, las remuneraciones del profesorado se recuperaron fuertemente. Entre 1990 y 2002 se multiplicaron 2.51 veces, es decir, se recuperaron en un 151.2%, mientras las remuneraciones generales crecieron un 48.9% entre los mismos años. Aún así, a agosto de 2002, mientras las remuneraciones generales del país habían superado en cerca de 10% el nivel de principios de los años 70, luego de recuperar finalmente en 1998, tras 26 años, el máximo histórico logrado a principios de los años 1970, las remuneraciones del magisterio estaban en un 70% de ese nivel.

La estructura de remuneraciones de la mayoría del profesorado, que trabaja en el sector municipal, se determina por el Estatuto Docente de 1991 y sus posteriores modificaciones. En dicha estructura, al 2002, un 43.9% corresponde a la Remuneración Básica Mínima Nacional (RBMN) y otro 44.3% a bonificaciones proporcionales a la RBMN, incluyendo principalmente los bienios, que alcanzan a un 29.3% del total, el Perfeccionamiento, con un 5.4%, Condiciones Difíciles, 1.9%, Responsabilidad, 1.8%, Zona, 5.7% y Excelencia Pedagógica, con un 0.2% del total; es decir, el 88.2% de las remuneraciones se determina a partir de la RBMN. El resto corresponde a diferentes bonos y asignaciones válidos para maestros y maestras sujetos todos los regímenes laborales, es decir, municipales y particulares subvencionados, principalmente. De ellas las principales son las dos Unidad de Mejoramiento Profesional (UMP), la Asignación Proporcional (SAE), y la Bonificación de Excelencia (SNED) que alcanzan a un 3.9%, 5% y 1.1% de la remuneración total, respectivamente. Finalmente existen otras compensaciones históricas, asimismo válidas sólo para un sector del profesorado del sector municipal, que son la remuneración adicional y planilla suplementaria y bonificación compensatoria de imponibilidad, las que en promedio suman un 1.4% de las remuneraciones totales. Cabe señalar que la estructura mencionada ha variado desde el 2000, aumentando las partes proporcionales a la RBMN de 86% del total, el 2000, a 88.2% el 2002, disminuyendo las asignaciones no proporcionales a la RBMN de 12% del total el 2000 a 10.3% el 2000 y asimismo disminuyendo las otras compensaciones históricas, las que bajaron de 2% del total el 2000 a 1.4% el 2002.

El gasto total en remuneraciones en la educación subvencionada, considerando todas las partidas involucradas, se estima en el orden de 845,509 millones de pesos de 2002 por año. Para el MINEDUC, sin embargo, el lograr que la cifra anterior de remuneraciones alcance efectivamente a todos los profesores significa un gasto adicional estimado en 16.53%, principalmente destinado a subvencionar el déficit de municipios que tienen una muy baja relación alumno / profesor, cubrir el incremento anual de matrícula y la JEC. Cabe mencionar que este fuerte gasto adicional en subvenciones – que el 2002 alcanzó la enorme cifra de $139,796 millones de pesos, suficiente para otorgar el reajuste de 11.5% solicitado por el Colegio de Profesores - se debe principalmente a las rigidez del actual sistema de subvenciones, puesto que para cubrir el déficit de los municipios referidos, la actual ley de subvenciones obliga a incrementar todas las subvenciones por parejo. De esta manera, la cifra total de gasto fiscal en remuneraciones al 2002, es estimada por el Mineduc en $985,305 millones de pesos, aproximadamente, unos 1,408 millones de dólares del 2002. Esa cifra equivale aproximadamente a un 52% del presupuesto del MINEDUC, que en 2002 alcanzó a $1,876,949 millones de pesos de ese año, aproximadamente 2,681 millones de dólares de 2002 y el 86% del presupuesto destinado a subvenciones, que para 2002 fue de $1,145,618 millones de pesos, aproximadamente 1,637 millones de dólares de ese año.

La remuneración bruta de una profesora o profesor "tipo" -30 horas, 10 bienios, 35% enseñanza media, 65% enseñanza básica - se estima en $446,904 el año 2002, en pesos de éste año, considerando todas las partidas involucradas. Dicha cifra era de $399,061 en el 2000, en pesos de ese año y se incrementó en un 5.6% en términos reales, es decir, por sobre el Índice de Precios a Consumidor, IPC, el cual creció un 6.05% entre agosto del 2000 y agosto del 2002.

Por otra parte, si se considera que el promedio de contrato del profesorado es actualmente de 36.9 horas, la remuneración bruta media es de $545,349 pesos de diciembre de 2001, considerando igualmente todas las partidas. Esta última cifra creció más que la anterior en términos reales, puesto que alcanzaba a $477,273 el 2000, en pesos de ese año, lo que arroja un aumento de 7.7% por sobre el IPC. Ello se debe a que las horas promedio de contrato crecieron de 36.2 a 36.9 horas semanales. Estas estimaciones asumen para el 2002 un total de 4,762,415 horas semanales de contrato y el profesorado total se estima en 129,200 personas, incluyendo las DAEM.

Para que las remuneraciones del magisterio se recuperen del mayor deterioro relativo que sufrieron durante el régimen militar, es decir, para ponerlas a la par con la recuperación lograda por el conjunto de los trabajadores del país, es necesario reajustarlas en no menos de un 54.5%. La recuperación de las remuneraciones del magisterio significa un monto de recursos adicionales significativos, del orden de los 500,000 millones de pesos anuales, unos 700 millones de dólares por año. Por importante que dicha cifra parezca, basta que el gasto destinado a remuneraciones del profesorado aumente en los próximos años a la misma tasa en que ha venido creciendo el gasto público en educación durante los años 90 - 11.5% real anual promedio - para que dicha meta se alcance en 4 años. Que fue lo solicitado por el Colegio de Profesores en la negociación 2002. En caso que las remuneraciones crecieran a la tasa de crecimiento de las remuneraciones docentes durante la década de los 90 - 9.7% real anual promedio - dicha meta de 54.5% se alcanzaría en 4.7 años. Cabe consignar al respecto que el sólo paso a jornada completa (JEC) de los dos tercios del alumnado que todavía no lo hace, tiene contemplado un aporte adicional de recursos del orden de 230,000 millones de pesos, poco menos de la mitad de la cifra anual requerida para el mejoramiento del magisterio.

Por otra parte, si se considera un incremento en las horas trabajadas como producto de la JEC, el reajuste a la remuneración por hora requerido para lograr el 54.5% de recuperación en la remuneración efectiva que los maestros reciben puede ser menor. Así por ejemplo, si el promedio de horas trabajadas sigue subiendo al ritmo de 0.9% anual en que se incrementó entre el 2000 y el 2002, subiendo como se ha dicho de 36.2 hrs. a 36.9 hrs. promedio en ese período, el 11.5% de reajuste anual promedio requerido para lograr la recuperación de las remuneraciones del magisterio durante el gobierno actual, baja a 10.5% anual. En cambio, si se acelerase la implementación de la JEC, como proponen varios economistas como medida para enfrentar la recesión actual, y se completase la JEC en el curso de los 4 años restantes del actual gobierno, el promedio de horas del magisterio tendría que alcanzar a 39.5 hrs., creciendo a una tasa de aproximadamente 2.3% anual. En ese caso, el reajuste neto anual requerido baja de 11.5% a 8.9% anual. En este caso, debido al aumento de horas / profesor, el 54.5% de reajuste neto requerido baja a 41%. Este efecto ya se ha apreciado en el aumento de la remuneración promedio del profesorado entre 2000 y el 2002, puesto que, como se ha visto más arriba, mientras el reajuste neto del promedio de las remuneraciones para un contrato de 30 hrs. fue de 5.6% sobre IPC, en el período, el reajuste promedio de remuneraciones fue de 7.7% por sobre IPC, incluyendo el incremento de 36.2 a 36.9 hrs. / profesor.

La publicación del presente informe ha generado una interesante polémica en el país, relacionada con las remuneraciones del profesorado. En la presente versión de éste informe se incluyen nuevos antecedentes que reafirman el deterioro de remuneraciones del profesorado del cual el mismo da cuenta.

El más reciente trabajo de Alejandra Misala y Pilar Romaguera, de la Universidad de Chile, por ejemplo, confirma que, en efecto, existe un deterioro de las remuneraciones del magisterio, respecto de otro profesionales de iguales características, si se consideran las remuneraciones de los profesores varones. Las mujeres, en cambio, aparecen en el estudio de estas investigadoras, con remuneraciones mayores a las de mujeres de características similares, dado que no existe discriminación por sexo en las remuneraciones del magisterio, o ésta es menor a la que existe en otras profesiones. Como en el magisterio predominan las mujeres, la no discriminación en contra de ellas hace que el deterioro relativo de las remuneraciones del magisterio con otras profesiones se diluya, en el estudio referido. De esta manera, se puede concluir de dicho estudio que las remuneraciones del magisterio, tal como son comparadas en el caso de los hombres, presentan un deterioro relativo que al menos es similar al que en otras profesiones sufren las mujeres.

Un informe de CEPAL preparado por el economista Arturo León, señala que el descontento de los profesores chilenos respecto del nivel de sus remuneraciones encuentra su explicación en cuatro factores: la insuficiencia absoluta de las mismas, su bajo nivel relativo a otros profesionales, su bajo nivel relativo a otros países y finalmente el deterioro histórico relativo a otros trabajadores. En relación a la insuficiencia absoluta de las remuneraciones del profesorado, CEPAL llama la atención acerca de que se trata en un 70% de mujeres, que aportan en promedio el 80% de los ingresos del hogar. Este elevado grado de compromiso acentúa la insuficiencia de su nivel de remuneraciones absoluto.

Por otra parte, la comparación con otros profesionales apunta a un menor salario relativo del profesorado. En Chile, según datos aportados por un estudio de David Bravo, el profesorado en 1998 tenía remuneraciones que eran, respectivamente, un 67% y un 54% de las remuneraciones de los profesionales y técnicos y de los profesionales universitarios, respectivamente.

La comparación de las remuneraciones del profesorado con otros profesionales chilenos, según el análisis de la encuesta Casen encargado por el Mineduc a Arturo León de CEPAL, el 2000 y efectuado en base a los supuestos acordados por el Mineduc y el Colegio de Profesores permiten concluir, por otra parte, lo siguiente: El promedio del profesorado requiere un reajuste de 120% para igualar las remuneraciones del promedio de los demás profesionales, ambos del sector público; el 50% de menores ingresos del profesorado requiere un reajuste de 32% para igualar las remuneraciones del 50% de menores ingresos del resto de los profesionales, ambos del sector público; el 50% de mayores ingresos del profesorado requiere un reajuste de 132% para igualar las remuneraciones del 50% de mayores ingresos del resto de los profesionales, ambos del sector público.

A nivel latinoamericano, CEPAL consigna que el profesorado chileno tiene, junto a Ecuador, Bolivia y Paraguay, las remuneraciones más bajas expresada en dólares. Como porcentaje del PIB per-cápita y en relación a los demás profesionales, las remuneraciones del profesorado chileno son significativamente inferiores al promedio latinoamericano.

Finalmente, el mencionado estudio de David Bravo - que fue contratado por el MINEDUC como parte del proceso de negociación actual con el Colegio de Profesores el 2000 y que tiene un marcado sesgo tendiente a descalificar el presente estudio - confirma que las remuneraciones del profesorado con 20 años de servicio, 30 horas y en un 65% educación primaria y en un 35% educación secundaria (éste es el "profesorado tipo" que se utiliza en todos los análisis de evolución histórica de remuneraciones y también en el presente estudio) han evolucionado en la forma que acá se señala, con apenas un 5% de discrepancia para el año 1971. El estudio de D. Bravo, por otra parte, pretende cuestionar el presente estudio indicando que las remuneraciones del profesorado con 10 años de antigüedad, 80% educación básica y 20% educación media - que Bravo supone sin mayores fundamentos que correspondía al promedio en 1971 - es sólo un 10% superior a las remuneraciones del profesorado con 20 años de antigüedad, 65% educación básica y 35% educación media en 1998.

En el curso del 2000 se llevó a efecto un complejo proceso de negociación de entre el Colegio de Profesores y el Mineduc. La misma se extendió desde abril hasta noviembre del 2000, con un intenso trabajo conjunto que culminó en un acuerdo.

En el curso de la referida negociación - realizada en el marco de los criterios acordados entre el Colegio de Profesores y el entonces candidato presidencial Ricardo Lagos en enero del 2000 - el CP mantuvo su reivindicación de recuperar el 61.7% de deterioro en sus remuneraciones y por otra parte planteó una serie de otras reivindicaciones relacionadas con sus condiciones de trabajo. Entre estas algunas de las más significativas fueron una carrera docente, la formalización de los contratos por las horas adicionales, la fijación de una jornada escolar de 38 semanas, una disminución en el número de alumnos por curso, un aumento en las horas no lectivas, una mayor capacidad de supervisión del Mineduc, mejores instancias de participación y una mejora en las condiciones de jubilación, entre otras.

Finalmente el CP elaboró una contrapuesta de acuerdo que - con el respaldo prácticamente unánime de la Asamblea Nacional y la aprobación de más del 90% de cerca de 70,000 maestras y maestros - fue acordada on el Presidente de la República y firmada con la Ministra de Educación.

En términos generales el acuerdo contempló fijar el conjunto de conquistas logradas en el curso de la negociación planteada a seis años, que incluyen prácticamente todas sus demandas de mejoramiento de condiciones laborales enumeradas más arriba. Asimismo se fijaron los recursos inicialmente ofrecidos por el Mineduc para el conjunto de las asignaciones propuestas. En total los recursos considerados para las asignaciones alcanzan a más de 22,000 millones de pesos del 2000 anuales, lo que equivale aproximadamente a un 2.5% real sobre las remuneraciones actuales ya el tercer año y continúan creciendo.

Una vez establecidas las conquistas anteriores, sin embargo, se acordó rebajar a sólo dos años el plazo de negociación de la RBMN, que determina el 90% de las remuneraciones. Por otra parte, se logró subir levemente la última oferta del Mineduc para los referidos años 2001 y 2002. En definitiva los reajustes para estos dos años se fijaron en montos nominales de 6.5% para el 2001 y 8.38% para el 2002 (si bien parte de esta última cifra incluye una parte de la UMP que se pasa a RBMN). En caso que la inflación proyectada supere el 3% estimado hoy para el 2002 se subiría el reajuste nominal del 2002 consecuentemente. Por otra parte, el CP dejó establecido su desacuerdo con el mecanismo de cálculo de reajustes en base a inflación futura, efectuando una propuesta alternativa en la que insistirá en la mesa de negociaciones del sector público. Cualquier acuerdo que se logre en al respecto será aplicable a los cálculos de reajustes nominales del magisterio, sobre la base de reajustes reales pactados de 3.5% para el 2001 y 5.38% para el 2002 para la RBMN. El total de recursos considerado para los dos años es de 74,631 millones de pesos del 2000, lo que equivale aproximadamente a un 8.2% de reajuste real para los dos años en conjunto.

El acuerdo alcanzado, si bien otorgó reajustes inferiores a los requeridos para recuperar el deterioro de las remuneraciones del profesorado, fue valorado por ambas partes como un avance significativo.

En el ínter tanto se produjo, a principios del 2002, un incidente, en el cual el Gobierno procedió a vulnerar el acuerdo de agregar al reajuste del la RBMN pactado para febrero del 2002 cualquier incremento por encima del 3% en la inflación esperada para el 2002 utilizada en la discusión de la ley de presupuesto. Pues bien, mientras en la discusión de la ley de presupuesto, la que fue promulgada en diciembre del 2001, se utilizó una cifra de inflación esperada de 3.5%, en enero del 2002 el gobierno emitió un decreto supremo en que “sólo para efectos de calcular el reajuste del magisterio”, fijó la inflación esperada para el 2002 en 3%. De esta manera, con una ley “con nombre y apellido”, se escamoteó un 0.5% de reajuste al magisterio, equivalente a unos 4,200 millones de pesos.

En la negociación del 2002 la situación cambió significativamente. Alegando la restricción del gasto público originada en la prolongación del estancamiento económico del país, el gobierno no ofreció reajuste alguno al magisterio, por encima del reajuste general al sector público, el que se fijó en definitiva en 3%, igual a IPC del 2002. El gobierno ofreció un bono por una vez, de $40,000 por persona, lo que fue en definitiva rechazado por el magisterio, consultado en plebiscito.

De esta manera, la negociación de remuneraciones quedó postergada para el 2003.Sin perjuicio de ello, durante la negociación del 2002 se avanzó significativamente en aspectos no remuneracionales, especialmente en lo relativo a la certificación de los títulos de maestro y la carrera funcionaria, lográndose asimismo modificaciones propuestas por el gobierno a la Ley Orgánica Constitucional de educación, LOCE.

Pareciera que el curso del proceso de recuperación de las remuneraciones del magisterio, de su deterioro sufrido durante el régimen militar, se relaciona en forma cada vez más estrecha con la demanda de amplios sectores de la ciudadanía, en cuanto a modificar la actual política económica, reemplazando la restrictiva política actual, impuesta con fuerte presión desde los organismos financieros internacionales, por una política que ponga una incrementada protección social en el corazón de una estrategia alternativa para enfrentar la crisis, mediante una activa política fiscal.

Antecedentes Generales

El sistema educacional chileno está organizado en un nivel básico de ocho años de educación obligatoria que atiende al grupo de edad entre 6 y 13 años y un nivel medio, obligatorio a partir del 2003, de cuatro años de duración, que atiende al grupo de edad entre 14 y 17 años en dos modalidades: una definida por el carácter general de su currículum (humanístico-científico) y otra de tipo vocacional (técnico -profesional), que prepara para la inserción en el trabajo. La matrícula del sistema escolar [1] en todos sus niveles exceptuando la educación superior, alcanzó 3.676.764 estudiantes en el año 2001. Dicho alumnado pertenece en un 64.2% a educación básica y en un 23.1% a educación media y en 3.2% a educación de adultos El sistema de educación preescolar, por su parte, atiende la niñez de 0 a 6 años a través de una diversidad de instituciones tanto públicas como privadas, no tiene carácter obligatorio, su matrícula alcanzó el 2001 al 9.4% del total, correspondiendo el 7.8% del total a educación parvularia y el 1.6% a educación especial. La cobertura del sistema escolar alcanza (2001) al 97% en el nivel básico y al 85% en el nivel medio y en el sistema preescolar al 24.56% [2] , la que en último caso se concentra en el grupo etario de 5 años, donde la cobertura (1998) es superior al 51% [3].

Administrativamente, hay tres modalidades de establecimientos financiados por el estado: la educación municipal, los particulares subvencionados y los administrados por corporaciones, que en conjunto atienden el 91.3% de la matrícula, correspondiendo el 53.7% de la misma al sector municipal, el 36.1% al particular subvencionado y el 1.5% a corporaciones; el 8.7% restante de la matrícula corresponde a la educación particular pagada (2001).

La distribución de establecimientos, profesores y horas en las distintas categorías se presentan en el cuadro siguiente:

El proceso de cambio de la dependencia de los establecimientos educacionales - con el consiguiente trastorno del régimen laboral de los profesores de régimen funcionario a código laboral y la forma de subsidio, de oferta a demanda - se inicia en 1981 con la municipalización de las escuelas y ha avanzado sustancialmente. En la actualidad (2000) el 53.7% del alumnado asiste a establecimientos públicos municipales, mientras el 35.8% lo hace en establecimientos particulares subvencionados, lo que arroja un subtotal de 89.5% en educación subvencionada en alguna de las formas anteriores; el 0.6% asiste a colegios en manos de corporaciones mientras sólo el 8.9% estudia el sector particular pagado. Dicho proceso de privatización continúa aceleradamente, puesto que entre 1998 y 2000 mientras las horas docentes contratadas en la educación municipal crecieron un 1.6% promedio anual, las mismas aumentaron a un ritmo anual de 6.9% en el sector particular subvencionado y a un 8.7% anual en el sector particular pagado. Algo similar ocurre con la matrícula y profesorado. Ello se puede apreciar en los cuadros y gráficos anteriores y los que siguen:

Posiblemente, el cambio más significativo en el sistema educacional ocurrido durante los últimos años y que está en pleno desarrollo, se refiere a la introducción masiva de la Jornada Escolar completa, JEC. Actualmente (2002), un 63% de los establecimientos y un 33% de los alumnos ya se han incorporado a dicho régimen. Ello se aprecia en el cuadro que sigue.

Incremento del Gasto Público de la Década del 90

El término del régimen militar ha significado un cambio

substancial en las políticas educacionales, particularmente en lo que se refiere a la importancia del esfuerzo público en el sector. Es así que el gasto público en educación se ha recuperado, en parte, del deterioro en que se encontraba, creciendo un 155% entre 1990 y 2001, pasando de $549,508 millones de pesos a $1,629,836 millones de pesos, en el período, en moneda de 2000 en ambos casos. El gasto público en educación ha crecido más que el PIB, más que el gasto total del gobierno central y más que el gasto social, creciendo los índices respectivos desde 2.4%, 11.9% y 20.9% en 1990 a 4.4%, 18.7% y 26.8% en 2001.Por otra parte, el proceso de privatización de la educación se aprecia en el incremento del gasto privado, el que ha crecido desde un 1.4% del PIB en 1990 a un 3.3% del PIB en 2000. Este porcentaje ha crecido 2.4 veces entre esos años, más rápido que el porcentaje de Gasto Público en Educación / PIB, el que creció 1.7 veces en el mismo período .

Cabe señalar que los mayores aumentos de recursos destinados a la educación se efectuaron, asimismo, durante el período del Presidente Aylwin. Es así que mientras entre 1990 y 1994 el gasto público en educación, incluyendo los aportes municipales, creció a un ritmo anual promedio de un 11.0%, entre 1994 y 2000 lo hizo en un 10.2%, para bajar a 6.5% en el gobierno del Presidente Lagos. Las subvenciones, por su parte, crecieron a un ritmo de 9.3% entre 1990 y 1994 y un 12.2% entre 1994 y 2000 y 5.7% entre 2000-2001.

Medido por el presupuesto del MINEDUC, y considerando el período 2000-2003, sin embargo, se aprecia un incremento del gasto público de 7.9% anual promedio.

Respecto del PIB, del gasto público total y del gasto social, sin embargo, el gasto público en educación presenta una recuperación sostenida a partir del fin del régimen militar, pasando de 2.4% en 1990 a 4.4% el 2001, en el caso del PIB; de 20.9% a 26.8% en relación al gasto social, y de 11.9% a 18.7% respecto del gasto total del gobierno central, en el mismo período.

Los antecedentes anteriores se presentan en los Cuadros Nº 16 y 16.2, a continuación:

El Profesorado

Dependencia:

En Chile, según cifras de 2000 que se presentan en el Cuadro Nº 1.1 más arriba, laboran en el sistema escolar 144,377 profesores, de los cuales un 84.3%, es decir 121,650 se desempeñan en el sector subvencionado, municipal y particular subvencionado, mientras el resto lo hace en el sector particular pagado y corporaciones. Una proyección estimativa de las cifras anteriores al 2002, con la tasa de crecimiento de cada sector entre 1998 y 2000, arroja totales d 155,064 y 129,200 personas, respectivamente.

Las horas contratadas - un total de 5,696,729 horas semanales de contrato al 2002 - se distribuyen según dependencia en forma similar, con un 83.6% en el sector subvencionado, lo que equivale a 4,762,415 horas a un promedio de 36.9 horas por profesor y el resto en el sector particular pagado y corporaciones.

Al interior del sector subvencionado, al 2002, un 53.2% de los profesores y un 53.4% de las horas totales, es decir 82,494 profesores y 3,041,995 horas semanales se concentra en el sector municipal, con un promedio de 36.9 horas semanales de contrato por profesor. Como se menciona más arriba, las cifras de profesores al 2002 son estimadas.

En el sector particular subvencionado, al 2002, 46,706 profesores, un 30.1% del total, tienen contratadas 1,720,420 horas, un 30.2% del total. Los índices del sector particular subvencionado en cuanto a matrícula por establecimiento, matrícula por profesor y matrícula por horas contratadas son asimismo un 18%, un 27% y un 18% más elevadas que los promedios nacionales, respectivamente.

En todo caso, los índices más bajos en cuanto a horas / profesor, matrícula / establecimiento, matrícula / profesor y matrícula / horas se encuentran en el sector particular pagado. Los índices reseñados se pueden apreciar en el Cuadro Nº 3, a continuación:

Jornada

Las cifras de horas anteriormente indicadas corresponden efectivamente a los totales contratados por tipo de establecimiento. El total de profesores, en cambio, se clasifica según el tipo de establecimiento donde trabaja la mayor parte de sus horas. Puesto que no pocos profesores trabajan en más de un establecimiento, los promedios de horas por profesor de cada sector puede estar levemente distorsionado.

Un total de 14,702 personas (2000), equivalente a un 10.2% del profesorado total, trabajan más de 44 horas (el tope legal para un mismo empleador). De esas personas, 12,888, que corresponden al 8.9% del profesorado total, trabajan para dos o más sostenedores. Es decir, sólo el 8.9% del magisterio trabaja para dos o más sostenedores acumulando jornadas semanales superiores a 44 horas. Las horas por encima de 44 representa tan sólo el 2.5% de la oferta total de horas del sistema.

Sin embargo, se aprecia una tendencia general a trabajar en varias escuelas, puesto que si se considera el conjunto del magisterio y no sólo los que trabajan más de 44 horas, se aprecia que mientras el total del profesorado crece a una tasa anual de 3.5% (98-00), las personas que trabajan en tres escuelas o más, aunque son pocos, crecen a una tasa anual (98-00) de 7.6%.

El grueso de los profesores, un 76%, tiene jornadas entre 30 y 44 horas, siendo mayor la concentración en jornadas de 30 horas semanales (31%).

Todo lo anterior se presenta en el Cuadro Nº 4 y gráficos que siguen:

Antigüedad

Desde el punto de vista de la antigüedad (2000), un tercio de los maestros se concentra en el tramo de 0 a 9 años de servicio, mientras un cuarto del total tiene entre 10 y 19 años de servicio. Un 27% tiene entre 20 y 29 años de servicio y el resto, un 12%, más de 30 años de servicio. Si se estima en 4.5, 15, 25 y 35 años, respectivamente, el promedio de años de servicio de cada uno de los tramos, resulta una antigüedad promedio de 16.8 años. Se aprecia que el tramo de 30 o más años de servicio es el que crece más rápido (98-00). Ello se presenta en el gráfico y cuadro siguientes.

La edad promedio de los profesores es de 43.5 años, sin embargo es significativamente mayor en el sector municipal, cuyo promedio es de 46.2 años y cuyas edades se concentran en el tramo de 40 a 55 años; que en el sector particular subvencionado, cuya edad promedio es de 39.6 años y cuyas edades se concentran en el tramo de 30 a 45 años y; en el particular pagado, cuya edad promedio es de 40.1 años. El tramo de edad que más crece es el de 60 a 65 años, que aumenta aceleradamente, pasando de 3,310 a 4,955 personas entre 1998 y 2000. Un total (2000) de 6.012 personas, un 4.2% del magisterio, de las cuales 3.953 son mujeres, tienen edad superior a la requerida para jubilar. Con seguridad el tema del daño previsional de las personas que se cambiaron al sistema de AFP incide en este número. Esto se aprecia en el gráfico que sigue y en el Cuadro Nº 6, a continuación:

Formación

Desde el punto de vista de su formación, la mayor parte del profesorado, un 55% y un 33% respectivamente, tienen títulos de profesor básico o de enseñanza media. Hay asimismo un 8% y un 4% de maestros, respectivamente, con título de educadores de párvulos y educador diferencial. Ello se presenta en el gráfico y Cuadro Nº 7, más abajo.

Desde el punto de vista de su trabajo, el profesorado se distribuye entre enseñanza básica y enseñanza media en una proporción de aproximadamente 65% enseñanza básica y 35% enseñanza media.

Parece importante destacar que la mayor parte del profesorado está conformado por mujeres, las que alcanzan a 93,799 en relación a 41,086 hombres, es decir un 70% del total. Siendo mayoría en todas las categorías (a excepción de los cargos directivos), la proporción de mujeres es mayor aún entre los maestros con título de educador de párvulos (99%), educación diferencial (92%) y Educación básica (74%).

Función

Desde el punto de vista de la función, el 83% de los maestros se desempeña

como profesor de aula, y el 17% en cargos técnico-pedagógicos, directivos y otros. La proporción de los cargos distintos a profesor de aula es mayor en los colegios municipalizados, donde alcanza a 18%, que en los colegios particulares pagados, donde baja al 14%. Esto se aprecia en el gráfico que sigue y el Cuadro Nº 7, a continuación:

Remuneraciones del Magisterio: Evolución Histórica

Desde 1960 hasta 1972 las remuneraciones de los maestros tuvieron un aumento sostenido y mayor al promedio del resto de las remuneraciones del país. Mientras el Índice General de Sueldos y Salarios Reales (IGSS), considerando una base de 1971=100, creció desde 45.4 en 1960 a 103.7 en 1972, el Índice de Remuneraciones Reales del Magisterio (IRM), también considerando 1971=100, aumentó desde 42 a 113.

En 1974 y 1975 las remuneraciones del magisterio cayeron violentamente, al ser asimilados los maestros a la escala única de remuneraciones (EUR), mucho más que las del resto de la economía. Es así que mientras el IGSS cayó desde 103.7 en 1972 a 51.3 en 1975, el IRM se desplomó desde 113 en 1972 a 28 en 1975, ambos considerados desde una base 100 en 1971.

Entre 1975 y 1981 las remuneraciones de los maestros se recuperaron asimismo menos que el promedio [4]. Es así que mientras el IGSS se recuperó desde 51.3 en 1975 a 79.3 en 1981, el IRM lo hizo desde 28 a 43, considerando 1971=100 en ambos casos. En síntesis, en 1981 las remuneraciones de los profesores se encontraban en un nivel significativamente más deteriorado que el resto de los trabajadores del país.

El peor deterioro relativo y absoluto de las remuneraciones reales del magisterio, sin embargo, ocurrió entre 1981 y 1990. En ese período, mientras el IGSS de 79.3 a 76.8, el IRM se derrumbó nuevamente desde 43 a 28, alcanzando nuevamente su mínimo histórico de 1975.

Es cierto que la llegada de la democracia ha permitido que las remuneraciones del magisterio se recuperen significativamente, por sobre el nivel de recuperación del promedio de las remuneraciones del país. Es así que entre 1990 y 2002, el IGSS aumentó un 41.6%, mientras el IRM lo hizo en un 151.2%, más que triplicándose. Sin embargo, era tan deteriorada la situación anterior, que todavía las remuneraciones del magisterio se encuentran en un nivel significativamente inferior al promedio. Es así que mientras el IGSS ha recuperado finalmente en 2002, y aún superado, con un índice de 108.7, el nivel máximo logrado 27 años antes, en 1972, en el mismo año 2002, el IRM todavía se encuentra en un nivel de 70.3, considerando 1971=100 en ambos casos.

Para lograr equiparar la situación de los maestros a la evolución del promedio de las remuneraciones del país, se requiere un reajuste no inferior a un 54.53%. Esta cifra equivale a otorgar por cuatro años reajustes anuales de 11.5% anual. Por otra parte, la distancia entre el magisterio y el resto de los asalariados del país se ha reducido, puesto que en 1999, el reajuste requerido por el magisterio era de 61.7%. Ello se logró en virtud del mayor reajuste relativo obtenido por el magisterio como fruto de la negociación 2002.

Estimadas para una jornada de 30 horas y 10 bienios - base utilizada para elaborar el IRM - y expresadas en pesos de diciembre de 1999, las remuneraciones de los maestros varían entre un máximo de $717,464 en 1972 y un mínimo de $177,938 en 1990, recuperándose a $446,904 en 2002.

La situación anterior se presenta en los gráficos que siguen y el Cuadro Nº 10, a continuación:

Las cifras anteriores del IRM han sido estimadas por CENDA en base, principalmente, a información del informe de la Comisión Técnica de Remuneraciones MINEDUC / Colegio del Profesores, de agosto de 1998, y del trabajo "Remuneraciones de los Profesores en Chile" del investigador Patricio Rojas, documento de trabajo 278 del Centro de Estudios Públicos, de marzo de 1998.

Si bien la estimación de CENDA sitúa las remuneraciones del magisterio en 1999 en un índice de 64, por debajo de la estimación del MINEDUC que - considerando la misma variación entre 1971 y 1981 - la ubica en 75 para 1999, considerando 1971=100 en ambos casos. De acuerdo a la estimación del MINEDUC, así proyectada, se requeriría un reajuste de 37.7% para igualar la remuneración de los maestros a la evolución de las remuneraciones promedio de la economía.

Otras estimaciones, incluida las del propio autor Rojas, del centro de Estudios Públicos, llegan a la conclusión que las remuneraciones del magisterio son aún inferiores a las estimadas por CENDA. Es así que para 1997, mientras el IRM de CENDA alcanza a 59, el IRM de P. Rojas alcanza a 46 y el de MINEDUC a 70, con 1971=100 en los tres casos. Otra estimación, de Alejandra Mizala de la Universidad de Chile, estima una variación parecida a la de CENDA entre 1981 y 1997. Estos resultados se presentan en el cuadro Nº 10, arriba y se detallan en cuadros anexos.

Remuneraciones del Magisterio: Estructura y Modelo

La mayor parte de los maestros se rigen en cuanto a sus remuneraciones por el estatuto docente, incluyendo el 56% que trabaja en el sistema municipalizado y parte del 28% que labora en el sistema particular subvencionado. El resto de los profesores de la enseñanza particular subvencionada así como los del sector particular pagado se rige por la legislación laboral general.

La estructura de remuneraciones establecida por el ED de 1991 y sus posteriores modificaciones se presenta en el cuadro que sigue:

Estimando las remuneraciones del profesorado de los sectores municipal y particular subvencionado, bajo el supuesto que el conjunto de las mismas se comporta como las que se rigen por el Estatuto Docente y tomando como base las partidas agregadas de 2000 y 2002 en cuanto a horas totales contratadas, docentes totales, asignación condiciones difíciles, Unidad de Mejoramiento Profesional Complementaria, Bonificación Proporcional (SAE), Bonificación de Excelencia (SNED), Asignación de Zona; así como las nuevas bonificaciones de excelencia pedagógica y de ruralidad; y las cifras unitarias vigentes en 2002 y 2002 para la RBMN y demás asignaciones ED y bonificaciones, se llega a los resultados que se presentan en el cuadro 13.3 siguiente, donde se comparan las partidas para 2000 y 2002:

Las partidas más relevantes corresponden a la RBMN, con un 43.9% del total y las asignaciones del Estatuto Docente, incluyendo Zona, con un 44.3% del total, destacando la asignación de experiencia (bienios) con un 29.3% del total. Las asignaciones no proporcionales a la RBMN por su parte suman un 10.3% del total, siendo la principal el SAE, con un 5.0% del total y la UMP1 con un 3.7% del total, respectivamente. Otras asignaciones residuales como remuneración adicional, planilla suplementaria y bonificación compensatoria suman un 1.4% del total.

Se aprecia que como resultado de la negociación 2000, la RBMN y las asignaciones proporcionales a la RBMN han crecido en importancia, puesto que la suma de ellas alcanzaba el 2000 a un 87% del total y el 2002 suman un 88.2% del total. Las partidas que más han crecido son Experiencia y Responsabilidad, mientras han disminuido su participación Perfeccionamiento y Responsabilidad.

La remuneración bruta de un profesor de 30 horas y 10 bienios para 2002 se estima en $446,904, en pesos de 2002. El 2000 esta cifra alcanzaba a $399,061, en pesos de ese año (2000), lo que arroja un reajuste nominal de 12% en el período y un reajuste real, es decir, por sobre el IPC, de 5.6%.

Por otra parte, si se considera que el promedio de horas por profesor es el 2002 de 36.9, la remuneración bruta media del magisterio, incluyendo todas las partidas, alcanza al 2002 de $545,249 pesos de 2002. Estas estimaciones asumen un total de 4,762,415 horas semanales de contrato y un número total de profesoras y profesores del sector subvencionado de 129,200 incluyendo las DAEM, lo que arroja el promedio de horas indicado. El 2000 la remuneración bruta promedio alcanzaba a $477,273, en pesos de ese año (2000), lo que arroja un reajuste nominal de 14.3% en el período y un reajuste real, es decir, por sobre el IPC, de 7.7%. Se aprecia así que el reajuste total crece por vía incremento de horas promedio, las que el 2000 eran 36.2. En parte dicho aumento de horas promedio de contrato se debe a la JEC. El profesorado del sector subvencionado ha crecido asimismo en un 6.2%, puesto que era de 121.650 el 2000.

Se puede apreciar que el gasto total agregado en remuneraciones del sector subvencionado es del orden de $985,305 el año 2002, lo equivale aproximadamente a 1.408 millones de dólares de ese año (700$/US$). Esa cifra equivale aproximadamente a un 52.5% del gasto total de Educación del MINEDUC, que en 2002 alcanzó a $1,876,949 millones de pesos de ese año, aproximadamente 2.681 millones de dólares de 2002 y el 86% del presupuesto destinado a subvenciones, que para 2002 fue de $1,145,618 millones de pesos, aproximadamente 1.637 millones de dólares de ese año. El 2000, el gasto agregado total en remuneraciones fue de aproximadamente $811,918 millones de pesos de ese año (2000). El incremento nominal entre el 2000 y 2002 fue de 21.4% y en términos reales, es decir por sobre el IPC, el gasto total en remuneraciones creció en 14.4%.

Cabe resaltar que el MINEDUC, una vez que calcula el costo total de la planilla de remuneraciones del sector subvencionado, considera un factor de incremento que consta de tres partidas: un 1% por la JEC, un 1.8% por aumento de matrículas y finalmente, nada menos que un 13.34% debido al incremento general de las subvenciones originado en la necesidad de suplementar las subvenciones de los colegios más deficitarios, que son generalmente municipales. La ponderación de estos porcentajes alcanza a un 16.53% de incremento. Esta corrección es de importancia, tanto que alcanzó el 2002 nada menos que a $139,796 millones de pesos ¡nada menos que el costo total del reajuste anual solicitado por el Colegio de Profesores!. La misma se origina principalmente (el 13.34%) en el hecho que las subvenciones deben ser, por ley, iguales para todos los colegios y por lo tanto, el corregir la subvención de los colegios más deficitarios, en general municipales, obliga a pagar una sobre-subvención a todos. Se demuestra así que el sistema de financiamiento de la educación basado en la subvención a la demanda, orientado principalmente a defender el desarrollo del sector privado, origina rigideces que resultan en un costo exorbitante. Puede afirmarse que la sola modificación de este criterio permitiría liberar una cantidad enorme de recursos, que por otra parte se necesitan para mejorar la educación pública y las remuneraciones del magisterio.

Resultados de Negociaciones de la Década del 90

Los resultados de los acuerdos de aumentos de remuneraciones del magisterio en la década de 1990 han sido, como se ha mencionado, sustanciales, puesto que han permitido aumentar las remuneraciones en un 151.2%, es decir más que duplicarlas. Aún así, como se ha visto, la recuperación de las remuneraciones del magisterio están lejos de alcanzar el nivel del promedio de todos los sueldos y salarios, en relación a los niveles alcanzados a principios de los 70.

En el curso del gobierno del Presidente Aylwin, entre 1990 y 1994, las remuneraciones del magisterio se recuperaron a una elevada tasa promedio anual de 13.2%, la que bajó a 6.1% promedio anual en el gobierno del Presidente Frei y a 2.8% promedio anual durante el gobierno del Presidente Lagos.

Otros Antecedentes Confirman el Deterioro de Remuneraciones del Profesorado Chileno

La publicación del presente informe generó una interesante polémica en el país, relacionada con las remuneraciones del profesorado. En la presente versión de éste informe se incluyen nuevos antecedentes que reafirman el deterioro de remuneraciones del profesorado del cual el mismo da cuenta.

Entre éstos los de mayor interés son los contenidos en el informe de CEPAL preparado por el economista Arturo León. CEPAL señala que el descontento de los profesores chilenos respecto del nivel de sus remuneraciones encuentra su explicación en cuatro factores: la insuficiencia absoluta de las mismas, su bajo nivel relativo a otros profesionales, su bajo nivel relativo a otros países y finalmente el deterioro histórico relativo a otros trabajadores. En relación a la insuficiencia absoluta de las remuneraciones del profesorado, CEPAL llama la atención acerca de que se trata en un 70% de mujeres, que aportan en promedio el 80% de los ingresos del hogar. Este elevado grado de compromiso acentúa la insuficiencia de su nivel de remuneraciones absoluto.

Comparación con Otros Profesionales en Chile

Por otra parte, la comparación con otro profesionales apunta a un menor salario relativo del profesorado. En Chile, según datos aportados por un estudio de David Bravo, el profesorado en 1998 tenía remuneraciones que eran, respectivamente, un 67% y un 54% de las remuneraciones de los profesionales y técnicos y de los profesionales universitarios, respectivamente.

En el cuadro que sigue se presentan los niveles de remuneraciones relativos del profesorado, de los profesionales y técnicos y de los profesionales universitarios:

Nuevos estudios encargados por el MINEDUC al investigador de CEPAL Sr. Arturo León acerca de las remuneraciones del profesorado relativas a otros profesionales confirman los que se consignan en el cuadro de arriba. En efecto, como se muestra en el cuadro que sigue, según datos de la encuesta CASEN de 1996, las remuneraciones del profesorado requerían reajustes que varían entre 52% y 127%, para igualar las remuneraciones ajustadas según horas trabajadas, de otros profesionales y técnicos, y otros profesionales universitarios respectivamente, excluyendo profesores en ambos casos. Si dicha comparación se realiza en base a remuneraciones efectivas, es decir, no ajustadas por horas trabajadas, los porcentajes de reajustes requeridos suben a 86% y 170% para igualar las remuneraciones de los profesores a las de otros profesionales y técnicos y otros profesionales universitarios, respectivamente.

Desagregando por deciles de ingreso los datos de Casen para el sector público solamente, los resultados se presentan en el cuadro que sigue, para los mismos grupos de profesionales:

La comisión Mineduc /Colegio de Profesores que operó durante el 2000 acordó utilizar los supuestos que se indican en el cuadro que sigue para actualizar y comparar las remuneraciones del profesorado y otros profesionales de la administración pública analizados por la referida encuesta Casen:

Aplicado el factor calculado por el Mineduc para amplificar las remuneraciones de los profesores por el diferencial de reajuste a su favor relativo a otros profesionales del sector público, entre 1996 y 2000, (10.43%), los resultados se presentan en el cuadro siguiente:

En base a las remuneraciones corregidas por reajustes de esta manera se ponderaron por 1/3 las remuneraciones de las columnas "Profesores Universitarios y Técnicos" y "Profesionales Universitarios y Técnicos excluidos Profesores" de la encuesta Casen y por 2/3 las columnas "Profesores Universitarios" y "Profesionales Universitarios excluidos Profesores" de la misma encuesta Casen, para luego sumar las remuneraciones así ponderadas de Profesores y otros profesionales, respectivamente. Luego se procedió a ordenar la información por tramos mayores de ingresos que se presentan en el cuadro que sigue:

La comparación de las remuneraciones del Profesorado con otros profesionales chilenos, según el análisis de la encuesta Casen efectuado en base a los supuestos acordados por el Mineduc y el Colegio de Profesores permiten concluir, entonces:

- El promedio del profesorado requiere un reajuste de 120% para igualar las remuneraciones del promedio de los demás profesionales, ambos del sector público.

- El 50% de menores ingresos del profesorado requiere un reajuste de 32% para igualar las remuneraciones del 50% de menores ingresos del resto de los profesionales, ambos del sector público.

- El 50% de mayores ingresos del profesorado requiere un reajuste de 132% para igualar las remuneraciones del 50% de mayores ingresos del resto de los profesionales, ambos del sector público.

Comparación a Nivel Latinoamericano

A nivel latinoamericano, CEPAL consigna que el profesorado chileno tiene, junto a Ecuador, Bolivia y Paraguay, las remuneraciones más bajas expresada en dólares. Como porcentaje del PIB per-cápita y en relación a los demás profesionales, las remuneraciones del profesorado chileno son significativamente inferiores al promedio latinoamericano.

En los cuadros que siguen se presentan las remuneraciones relativas del profesorado chilenos, latinoamericano y de otros países:

Finalmente, el mencionado estudio de David Bravo - que fue contratado por el MINEDUC como parte del proceso de negociación actual con el Colegio de Profesores y que tiene un marcado sesgo tendiente a descalificar el presente estudio - confirma que las remuneraciones del profesorado con 20 años de servicio ,30 horas y en un 65% educación primaria y en un 35% educación secundaria (éste es el "profesorado patrón" que se utiliza en todos los análisis de evolución histórica de remuneraciones, incluidos el Centro de Públicos, el PIIE, el Departamento de Industrias de la Universidad de Chile, el propio MINEDUC y también en el presente estudio) han evolucionado en la forma que acá se señala, con un 5% de discrepancia para el año 1971.

En los gráficos y cuadros que siguen se presenta la comparación entre las cifras estimadas por el presente estudio y por el estudio de David Bravo para el profesorado con 20 años de servicio ,30 horas y en un 65% educación primaria y en un 35% educación secundaria:

El estudio de D. Bravo, por otra parte, pretende cuestionar el presente estudio indicando que las remuneraciones del profesorado con 10 años de antigüedad ,80% educación básica y 20% educación media - que Bravo supone sin mayores fundamentos que correspondía al promedio en 1971 - es sólo un 10% superior a las remuneraciones del profesorado con 20 años de antigüedad ,65% educación básica y 35% educación media en 1998.

Como se puede apreciar en el cuadro que sigue, la comparación que arroja como resultado la citada cifra de 10% de diferencia de remuneraciones del profesorado entre 1999 y 1971 corresponde a una distorsión extrema de la realidad, puesto que todas las categorías del profesorado tienen diferencias muchísimo mayores que esa, en el período indicado.

Conclusiones

Entre las principales conclusiones del estudio precedente pudieran destacarse las siguientes, entre otras:

- La reforma del sistema educacional chileno - iniciada de manera brusca en la década de los 80 en cuanto a pasar de un régimen funcionario subsidiado por el lado de la oferta a un régimen empresarial subsidiado por el lado de la demanda - se ha profundizado en el curso de los años noventa, ahora con un incremento muy significativo de los recursos asignados al sector, los que han crecido significativamente en el período, y un énfasis en la calidad. El cambio reciente más significativo es el aumento de la jornada escolar, en curso.

- La evolución de las remuneraciones del profesorado - si bien han logrado un repunte muy significativo entre 1990 y 2001, de 151.2% mientras las remuneraciones de toda la economía crecían sólo en un 41.6% en ese período - distan mucho de recuperar el mayor deterioro sufrido durante el régimen militar, mientras el conjunto de las remuneraciones del país ya ha logrado recuperarse del deterioro sufrido. Ello explica con claridad porqué el magisterio, a pesar de los importantes aumentos logrados en años recientes, considera que sus remuneraciones son todavía muy insuficientes.

- La política económica actual, de mantener restringido el crecimiento del gasto público en razón de la crisis económica, que se arrastra desde 1998, ha significado que el gobierno ha rechazado completamente el 2002 la petición del magisterio de continuar la recuperación del deterioro de sus remuneraciones. Dicha política económica, sin embargo, crecientemente pierde terreno entre los economistas, políticos y la opinión pública, ante la evidencia de su fracaso relativo, hasta el momento, en cuanto a producir la reactivación de la economía, con la consecuente incapacidad de llevar alivio a la difícil situación de amplios sectores afectados por la crisis, así como postergación de las reivindicaciones que la mayoría de la población, incluido el magisterio, arrastra desde el régimen militar. Es así que encuentran eco creciente las voces de respectados especialistas, encabezados por el premio Nóbel Robert Stiglitz, quiénes proponen una política económica alternativa para enfrentar la crisis, que ubique una acrecentada protección social en el corazón de una estrategia que, con mayor gasto público, reactive la economía. En el caso de Chile, el economista de CEPAL Ricardo Ffrench-Davis ha llamado a producir de esta manera un “shock reactivador”. En el marco de una política de esta naturaleza, el atender hoy las demandas remuneracionales del magisterio tiene asimismo un efecto reactivador importante, que beneficiaría al conjunto del país.

- Del estudio de remuneraciones del magisterio se puede concluir, finalmente, la importancia de proceder a revisar el sistema de financiamiento de la educación basado en subsidios a la demanda, sistema que tiene por objetivo principal el estimular el desarrollo del sector privado. En este caso, la rigidez de dicha política se traduce en un enorme costo cuando se pretende atender los déficit que presenta un sector de las escuelas, principalmente municipales, puesto que obliga a incrementar los subsidios en forma general.

Referencias:

[1] Excluyendo JUNJI e INTEGRA que el 2001 contaban con 112.166 y 64.019 alumnos, respectivamente.

[2] Incluye Ministerio de Educación, MINEDUC (270.267), Junta Nacional de Jardines Infantiles, JUNJI (98.944) y Fundación Nacional para el Desarrollo Integral del menor INTEGRA (58.438).

[3] Fuente: Cox, García Huidobro; La Reforma Educacional Chilena, Editorial Popular, Madrid ,1999; p10.

[4] Colegio Profesores, Informe Comisión Técnica Remuneraciones ,1998