Estudios CENDA-INP 2004-2005

En los primeros días de diciembre del año 2004 CENDA fue contactado por el Departamento de Estudios del Instituto de Normalización Previsional (INP), que solicitó un realizar una proyección de los montos de pensiones que entregaría el sistema de AFP. El INP, institución antecesora del actual Instituto de Previsión Social (IPS), administraba las antiguas cajas de previsión y también era responsable de entregar las "garantías de pensión mínima" establecidas en el sistema de AFP, y por lo tanto estaba plenamente consciente que éstas eran solicitadas por la gran mayoría de quiénes estaban jubilando por el nuevo sistema, y que sin embargo no se les podían otorgar porque la generalidad de ellos no satisfacían los requisitos. Los gobiernos de la época no habían autorizado al INP a estudiar el tema en profundidad y proponer alternativas de solución, por lo cual el primer estudio contratado a CENDA se financió con un modesto remanente del presupuesto no ejecutado, con el único inconveniente que el estudio debía ser entregado antes de fin de año. El INP proporcionó todos los datos de que disponía, así como la dedicación de los más experimentados profesionales de su departamento de estudios, y CENDA conformó un equipo numeroso de jóvenes profesionales que prácticamente se instalaron día y noche en la institución durante las festividades de fines del 2004, lográndose así la entrega del informe el último día del año.

Los resultados confirmaron las peores sospechas del INP, más de dos tercios de los jubilados por AFP iban a percibir pensiones inferiores a la mínima de alrededor de 60 mil pesos de la época, la mayoría recibirían montos inferiores a la mitad de esa cifra y prácticamente ninguno iba a poder acceder a la garantía respectiva por no contar con los 20 años de cotizaciones exigidos. Es decir, el bullado sistema de pensiones privado basado en la capitalización individual no entregaba beneficio significativo alguno para más de dos tercios de los trabajadores chilenos.

Por otra parte, el estudio CENDA basado en las estadísticas de afiliados y cotizantes del sistema previsional comprobó que no había una muralla china que separaba a trabajadores formales e informales, puesto que prácticamente todos los afiliados, los que por su parte ya en ese momento abarcaban a la casi totalidad de la población activa, habían cotizado alguna vez como asalariados en los últimos tres años, pero por otra parte sólo uno de cada diez lo hacía todos los meses con regularidad, mientras dos tercios cotizaban un mes de cada dos, un tercio cotizaba un mes de cada tres y un quinto un mes de cada cinco, en promedio. Es decir, toda la fuerza de trabajo estaba compuesta por trabajadores que entraban y salían constantemente de trabajos asalariados de corta duración y trabajaban informalmente en los períodos intermedios, con períodos de cesantía en los intersticios; adicionalmente, las mujeres entraban y salían constantemente de la fuerza de trabajo misma. Este descubrimiento fue una contribución pionera a la comprensión de la fuerza de trabajo en economías emergentes y fue posteriormente publicado por la Revista Internacional del Trabajo, de la OIT.

El estudio pionero del 2004 fue seguido de otro el 2005, realizado conjuntamente por CENDA y el Departamento de Estudios del INP en pleno, que mostró la necesidad y factibilidad de establecer una pensión básica universal. Junto a otros estudios paralelos, sirvió de base a la Comisión Marcel el año 2006 y a la implementación del pilar solidario a partir del año 2008, por parte del gobierno dela Presidenta Michelle Bachelet.

CENDA se complace en publicar a continuación los estudios INP-CENDA del 2004 y 2005, junto a todos los materiales y tablas de cálculo en que se basaron.

INP.doc
INP_2005.doc