Precios del Cobre

determinantes principales del "superciclo" secular



Rentas y tributación de la minería en Chile

serie citada por como fuente por The Economist





¿Quo Vadis Cobre? Determinantes principales del superciclo  Videos presentación Manuel Riesco, CENDA, comentarios Ramón López (U), Máximo Pacheco (UC), Marcela Vera (USACH). Participa José Gabriel Palma,  (U. Cambridge).
Quo Vadis Cobre? Presentación CENDA 30 de junio 2021
210630 Quo Vadis Cobre

CENDA Informa

¿Quo Vadis Cobre? 

Determinantes principales del superciclo del metal

Presentación Manuel Riesco, CENDA

Comentarios de Ramón López (U), Máximo Pacheco (UC), Marcela Vera (USACH)

Participa José Gabriel Palma (Cambridge)

30 de junio 2021

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Ver también: Series CENDA "Precios del Cobre", "Producción de Cobre", "Bolsas mundiales

¿Quo Vadis Cobre?

¿Quo Vadis Cobre? Determinantes principales del precio en el largo plazo

El Presidente Salvador Allende decía que el cobre es el sueldo de Chile. Es verdad pero nunca se sabe cuál será al mes siguiente. Al igual que todas las cosas escasas su precio cambia a cada momento porque depende exclusivamente de los caprichos de la demanda. El de las mercancías normales, en cambio, es igual al costo de producción y decrece establemente con éste. 

Por añadidura, la demanda de cobre no tiene una sino dos componentes, producción para consumo final como todas las mercancías y, precisamente porque su precio cambia a cada instante, especulación. 

Lo peor del asunto es que ésta manda. Sólo así se explica que el precio del cobre y todas las materias primas más o menos al unísono, se vayan a las nubes cuando su consumo productivo trastabilla al atravesar las economías desarrolladas que lo determinan sus periódicas crisis seculares. A la inversa, se vienen al suelo cuando aquellas se recuperan y crecen aceleradamente. 

El problema es que las crisis seculares de las economías desarrolladas y las consecuentes bonanzas del cobre abarcan sólo tres de las últimas ocho décadas, en cambio las recuperación y auges seculares de aquellas y las depresiones de éste han abarcado cinco décadas y la que está en curso se encuentra recién en sus primera fase.

Mal pronóstico.

Gráfico 1

"Superciclo" del cobre

A contrafase de ciclo secular economías desarrolladas

Precio del cobre - Bolsas países desarrollados - Empleo asalariado EE.UU. 

El precio del cobre a lo largo de las últimas ocho décadas y media, presenta dos grandes montañas en que emerge sostenidamente por encima de su promedio de largo plazo de 2,6 dólares por libra, alternadas con largas y profundas depresiones en que se sumerge por debajo de éste, sin evidenciar una tendencia a la baja en el largo plazo. 

Tal es el denominado "superciclo" de precios del metal, que se mueve en perfecta sincronía con el ciclo secular de las economías desarrolladas, sólo qué exactamente al revés.

El gráfico 1 muestra la serie compilada por COCHILCO, medidos en centavos de dólar estadounidense corregidos a dólares del mes en curso por el índice de precios a consumidor (CPI) de ese país. 

En el trasfondo de los mismos se puede apreciar el ciclo secular de las economías desarrolladas, medido por sus índices accionarios y el empleo asalariado en los EE.UU. expresado como proporción de la población de ese país mayor de 16 años. 

Ver historia de ocho décadas del precio del cobre

A lo largo de las últimas ocho décadas, el precio del cobre emergió sostenidamente por encima de su nivel promedio de dos dólares por libra en dos períodos que suman tres décadas en total, en cambio, se sumergió debajo de éste a lo largo de cinco décadas,  durante las cuales permaneció debajo de un dólar y medio aproximadamente la mitad del tiempo. Lo impactante es que las montañas de precios altos coinciden exactamente con las dos últimas crisis seculares de las economías desarrolladas, que se iniciaron en 1969 y 1999, respectivamente. En cambio, los valles de precios bajos coinciden con las décadas de recuperación de dichas economías, en las décadas de 1980 y 1990, y antes de 1969.

El precio del metal no presenta una tendencia secular a la baja a medida que la tecnología ha multiplicado extraordinariamente la productividad del trabajo, como sucede con todas las mercancías no escasas. Eso significa que los notables avances productivos sólo han compensado poco más o menos la creciente escasez de yacimientos de buena ley al alcance de la mano. 

La primera bonanza se extendió entre los años 1964 y 1980, período durante el cual el precio se mantuvo casi todos los años por encima del promedio de largo plazo. Es decir, los años de "vacas gordas" fueron 17. En el siguiente cuarto de siglo, en cambio, el precio del cobre se mantuvo la mayor parte del tiempo por debajo del promedio, y la mitad de ese tiempo por debajo de un dólar y medio, alcanzando su mínimo histórico entre los años 1998 y 2003, rozando un dólar por libra. Se puede observar que tras la bonanza del anterior "superciclo" de precios, una vez que éstos cayeron sostenidamente por debajo de su promedio de largo plazo en el año 1980, no volvieron a superarlo sostenidamente hasta el año 2005. 

Se aprecia que el mínimo alcanzado en los años 1998-2003, es significativamente inferior a las simas anteriores de precios, alcanzadas en los años 1939-1945 y 1984-1986. Mientras éstas nunca cayeron por debajo de 1,2 dólares del año 2012 por libra, aquel bordeó un dólar por libra. Este fenómeno puede quizás explicarse en buena medida por la sobreproducción mundial generada desde Chile a partir del año 1995 y hasta el año 2003, que fuera calificada como "crecimiento empobrecedor" por el economista Orlando Caputo, quien advirtió de su inminencia con años de antelación, sin que nadie le hiciera caso.

Paradojalmente, el ciclo del precio del cobre se mueve exactamente a la inversa del ciclo secular de las economías desarrolladas. La primera “montaña” de precios emerge por encima del promedio en la víspera del derrumbe secular de las bolsas de los países desarrollados, que se desploman en 1965 y no recuperarán su nivel de ese año sino hasta un cuarto de siglo más tarde. 

Por el contrario, el precio del cobre se sumerge sostenidamente por debajo del nivel promedio en 1980, precisamente cuando las bolsas mundiales tocan fondo secular e inician su larguísima recuperación y auge que se extendería hasta fines del siglo. La segunda “montaña” de altos precios del cobre empieza a subir precisamente en 1998 cuando la “Crisis Asiática” da la primera gran campanada de lo que sería la más severa crisis secular de las economías desarrolladas desde los años treinta. Emerge nuevamente por encima del nivel promedio el año 2005 y se mantiene así hasta hoy. 

La nueva trayectoria descendente del precio del cobre se inicia tras tocar el cielo a 4,6 dólares por libra en febrero del año 2011 y ha oscilado hacia abajo rozando el promedio a 2,24 dólares durante el 2016 y tras una recuperación parcial el 2017 vuelve a caer y alcanza 2,6 dólares por libra a mediados de agosto del 2018. A lo largo de toda caída del cobre, las bolsas de los países desarrollados han continuado su recuperación y recién igualaron en enero del 2018 su nivel de inicios de siglo.

Si las bolsas de los países desarrollados reflejan aproximadamente el movimiento real de las economías subyacentes, ello se confirma con la evolución del empleo asalariado como proporción de la población mayor de 16 años, quizás el indicador más preciso de la actividad económica real. La primera “montaña” de altos precios del cobre emerge por encima del promedio a mediados de los años 1960, precisamente cuando la proporción de asalariados ocupados sobre la población estadounidense mayor de 16 años se estanca tras su larga y rápida subida en la posguerra. Al revés, el precio del cobre se sumerge sostenidamente por debajo del promedio en 1980, cuando la proporción de asalariados sobre la población en los EE.UU. inicia otra larga fase ascendente que la lleva a su máximo histórico en 1999, en la víspera del estallido de la burbuja “punto com”. 

Nuevamente, el extraordinario auge del precio del cobre de la década del 2000 tiene lugar mientras el empleo asalariado estadounidense expresado como proporción de la población mayor de 16 años se contrae fuertemente hasta tocar fondo el año 2011. Precisamente el año en que se inicia el nuevo derrumbe del cobre, mientras la proporción de asalariados ocupados respecto de la población de los EE.UU. empieza a repuntar sostenidamente. Es interesante anotar que el 2018 dicha proporción todavía se encuentra por debajo de su máximo histórico alcanzado a fines del siglo pasado, justo antes de la crisis secular todavía en curso.

¿Se repetirá esta historia? ¿Caerá el cobre sostenidamente y durante décadas por debajo de su promedio de largo plazo como sucedió en las décadas de 1980 y 1990? Primo Levi escribió que  si pasó una vez puede pasar de nuevo y ello se aplica no solamente a los grandes fenómenos políticos. También los economistas sensatos alertan contra el riesgo de suponer que “esta vez será diferente”. 

Se trata por cierto de fenómenos muy complejos y muchas cosas pueden pasar. Es seguro, por otra parte, que como sucede con todos los hechos históricos, los ciclos de la economía nunca se repiten del mismo modo ni menos exactamente en las mismas secuencias temporales. Sin embargo, si algo enseña la experiencia histórica, es que no hay peor error en estas materias que partir de la base que "esta vez será distinto" a como ha sucedido en ocasiones anteriores. Si ocurrió una vez puede suceder de nuevo, como advirtiera trágicamente Primo Levi.

Gráfico 2

"Superciclo" de precios afecta a todas las materias primas

Rentas total materias primas  - Índice precio del cobre - Bolsas países desarrollados - Empleo asalariado EE.UU. 

El resto de las materias primas sigue una trayectoria muy similar al cobre, con algún rezago o anticipación en los grandes puntos de inflexión arriba descritos, como se puede apreciar en la serie de rentas de las principales materias primas que publica el Banco Mundial.

Las rentas mundiales tocaron fondo en 1998, al finalizar el siglo XX, precisamente cuando las economías y de los países desarrollados alcanzaban su máximo y sus plazas financieras mostraban "exuberancia irracional". 

El precio del cobre fue la excepción porque siguió cayendo durante cuatro años, hasta el 2002, en lo cual probablemente incidió la sobreproducción generada desde Chile, que fuera advertida por el economista Orlando Caputo. De hecho, el precio del cobre se elevó extraordinariamente y se unió a la racha alcista del resto de las materias primas a partir del momento en que CODELCO y Escondida frenaron su producción el 2002. 

Sin embargo, el conjunto de las rentas mundiales experimentaron un alza espectacular a inicios del presente siglo, cuando las economías y mercados de los países desarrollados se precipitaban a la mayor crisis secular desde los años 1930. Ello sólo puede explicarse por la exacerbación de la demanda especulativa al fluir al Sur masas de capitales que no encontraban ocupación productiva en el Norte en crisis secular.

Gráfico 3

Producción y consumo productivo han crecido moderada y sostenidamente 

Producción mundial cobre mina y Precios BML en miles de toneladas y centavos de dólar por libra deflactados por PPI-USA, base 2012

Se aprecia que "superciclo" de precios oscila fuertemente sobre trasfondo de incremento de producción mundial de cobre, que en el largo plazo es igual al consumo productivo y crece de manera moderada, menos que el PIB mundial, y sostenida.

Gráfico 4

Precio del cobre no presenta tendencia secular a la baja

El precio del cobre no presenta una tendencia secular a la baja a medida que la tecnología ha multiplicado extraordinariamente la productividad del trabajo, como sucede con todas las mercancías no escasas. Eso significa que los notables avances productivos sólo han compensado poco más o menos la creciente escasez de yacimientos de buena ley al alcance de la mano. 

De este modo, el gobierno bien podría licenciar a los sabios que reúne periódicamente para determinar el precio del cobre de largo plazo: éste no presenta misterio alguno, es de más o menos dos dólares por libra. De modo más preciso, y por usar la métrica de COCHILCO, su promedio desde 1935 a la fecha alcanza exactamente a 2,15 dólares del año 2012 por libra, lo que equivale a 2,30 dólares del 2018. 

Medido en oro, que para estos efectos es bien útil dada su función de material dinero cuya cotización ha fluctuado libremente desde 1974, el precio promedio del cobre desde entonces es de 173 gramos de oro por tonelada.

Gráfico 5

Precio del cobre ¿se hundirá nuevamente bajo su promedio?

precios del cobre en últimos dos "Superciclos" seculares

precios mensuales desde 1960, en dólares del último mes y en oro desde 1974

Se aprecia la extraordinaria volatilidad del precio del cobre, que en varias ocasiones se duplica o cae a la mitad en períodos de pocos meses, lo cual evidentemente no puede originarse en cambios en la demanda productiva y menos en la oferta, sino sólo en la especulación. 

Durante el "superciclo actual" al 2021 habrán transcurrido quince años desde el año 2005 cuando que el precio del cobre superó nuevamente en forma sostenida su promedio de largo plazo, que alcanza a 2,7 dólares en dólares de hoy (mayo del año 2021) por libra. 

De ello podría inferirse que resulta probable que el precio del cobre continúe por varios años más su oscilación hacia abajo. 

El precio en dólares del cobre se sumergió durante unos meses por debajo su promedio de largo plazo el año 2016, luego se recuperó hasta el 2018 para volver caer bajo su promedio al desatarse la crisis Coronavirus en febrero 2020. 

En los 12 meses siguientes duplicó su precio en dólares y en oro, confirmando así su calidad de diagnosticar tanto la sima del ciclo secular, que se alcanzó en ese momento, así como su fuerte recuperación posterior.

Expresado en oro, en cambio, el precio del cobre cayó sostenidamente bajo su promedio a partir del año 2011 y en mayo del 2020 cayó a su mínimo histórico de 88 gramos de oro por tonelada, la mitad de su promedio de largo plazo de 173 gms / ton. Luego se ha casi duplicado en oro, pero todavía (mayo 2021) no alcanza al promedio.

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El gráfico 3 muestra la serie mensual de precios del cobre, expresados asimismo en centavos de dólares estadounidense del último mes, por libra, desde enero de 1960, y en gramos de oro por tonelada desde junio de 1974. 


Grafico 6

Cobre y Oro

Expresado en oro cobre cayó bajo el promedio tras crisis 2008 y ahora está en mínimos históricos

Como descubrió economía clásica, oro cumple papel de dinero, es decir, producto del trabajo que por lo mismo posee valor en sí mismo y puede expresar el de todas las demás mercancías en el intercambio. 

Las distintas monedas, en cambio, no tienen valor en sí mismas. Son nombres nacionales de cantidades determinadas de oro. Su cotización en monedas hay que leerla al revés.

Sin embargo, cotización del oro se ve afectada asimismo por especulación, como todas las cosas escasas, pero con particularidades: durante las crisis evidencia su papel de dinero

En tiempos normales oscila junto con el resto de las materias primas y es afectada asimismo por el superciclo de éstas, pero de modo especial. Oscila asimismo en sincronía con mercados de países desarrollados, en fase en el corto plazo y a contrafase en el largo plazo, 

Pero durante las crisis sube cuando  todo lo demás cae. Asimismo, es menos afectado que el resto por la especulación. Permite así expresar el valor de las  demás, especialmente en el curso de las crisis seculares. 

A partir del 2011 el precio del cobre expresado en oro se sumergió por debajo de su promedio de largo plazo de 173 gms. de oro por tonelada de cobre y no ha vuelto a emerger desde entonces.

Gráfico 8.1: Dólar, Wall Street y Cobre, medidos en oro

Fin de Utopías 

Wall Street, Dólar y Cobre

medidos en oro

durante últimos ciclos seculares 

iniciados en 1966 y 2000

Sus precios medidos en oro evidencian, entre otros, los siguientes fenómenos:

Grafico 6.1

Cobre y Oro vs Empleo EE.UU.

¿Diagnostican "Drs." Cobre y Oro la evolución de la economía?

Lo llaman "Dr. Cobre" porque dicen que su precio diagnostica la evolución de la economía.  La evidencia no es tan clara.

En el largo plazo, el "superciclo" del cobre y el oro se mueven a contrafase de la actividad y el empleo en las economías desarrolladas. Es decir, suben cuando éstas caen en crisis seculares, y caen cuando se recuperan y viven auges.

Dicho "superciclo" se asienta a lo largo de una sucesión de violentas oscilaciones, en que ambos, cobre y oro, se elevan hasta el doble de sus precios promedios de largo plazo y caen hasta la mitad de los mismos.

Ambos metales mantienen su valor en el largo plazo, pero el cobre  es más volátil. Su precio expresado en oro oscila en torno al doble de su promedio durante las crisis seculares de las economías desarrolladas, cae a la mitad de dicho promedio durante la primera década de las recuperaciones económicas seculares, y oscila en torno al promedio en en las últimas décadas de recuperación.

A mitad de las recuperaciones seculares, el cobre más que duplica su valor, antes de continuar cayendo junto al oro por el resto de la recuperación de las economías. Es lo que parece estar sucediendo el 2021.

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Gráfico 7

Precio del cobre, en perfecta sincronía con bolsas y monedas emergentes

El precio del cobre se mueve en perfecta sincronía con las bolsas y monedas de países emergentes, en especial la chilena. John Authers, prestigioso editor financiero, lo ha constatado y bautizado a este conjunto de precios, que incluye el endeudamiento, el "Complejo Emergente".

El gráfico 4 muestra el índice del precio mensual del cobre  comparado con los índices accionarios de los países desarrollados, los emergentes, el conjunto de ambos y la bolsa chilena, todos en este caso medidos en dólares estadounidenses deflactados por el índice de precios a consumidor de los estados unidos (CPI - USA) y con base 100 en marzo del año 2000, al inicio de la última crisis secular.


Gráfico 6: Bolsas países  emergentes, Chile, S&P500, Cobre / bolsas países desarrollados

Fin de Utopías 

Índices bursátiles cobre y cuota AFP comparadas con mercados desarrollados

durante ciclo secular en curso

El gráfico 6 muestra las bolsas y monedas emergentes, a las que se ha agregado la cuota de los fondos AFP y precio del cobre, divididas por los mercados desarrollados, a lo largo de la crisis secular, a partir de marzo del año 2000. 

Permite apreciar en toda su magnitud el "burbujazo" especulativo que afectó a lo que John Authers ha bautizado "Complejo Emergente", es decir, el conjunto de precios en esas economías que son afectados contradictoriamente por los flujos de capital especulativo desde las economías desarrolladas.

Sólo la bolsa/peso chilenos parecen haber completado su corrección, mientras el resto de los emergentes, la cuota AFP y el cobre continúan aún muy por encima de las bolsas y monedas desarrolladas.

"Desacople" de Wall Street en década 2010 es asimismo notorio, por lo cual corrección es probable.

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Las bolsas de valores de las economías desarrolladas, que por su gran peso determinan la evolución del conjunto de las bolsas mundiales, tras perder la mitad de su valor entre el 2000 y el 2003, recuperarse parcialmente hasta el 2007 y volver a reducirse a la mitad el 2009,  recién  el 2018 lograron rozar su valor real, es decir corregido por inflación, de inicios del siglo. 

La política monetaria extraordinariamente expansiva de los países desarrollados pareciera haber evitado hasta el momento que sus bolsas caigan hasta los mínimos alcanzados en las crisis seculares de los años 1970 y 1930. En cambio, en la última década han seguido una trayectoria parecida a la de Japón tras la crisis de su economía en los años 1990, es decir, plana y deprimida. Sin embargo, las bolsas estadounidenses en particular aparecen sobrevaloradas, puesto que han recuperado su valor real del 2000 y al comparar su capitalización con las utilidades de las empresas subyacentes o el producto interno bruto (PIB) de ese país, aparecen muy cercanas a los niveles alcanzados en 1929 y 1969, y algo más abajo de 1999, en la víspera de las tres últimas crisis seculares.

Las bolsas emergentes conjuntamente con sus respectivas monedas fueron afectados, en cambio, por un enorme burbujazo que con subidas y bajadas al año 2010 había casi duplicado su valor real del año 2000 y más que triplicado el mismo en el caso de Chile. Desde entonces han caído estrepitosamente, perdiendo un tercio de su valor las primeras y más de la mitad del mismo en el caso chileno. 

El mismo fenómeno afectó el precio del cobre, sólo que aún más acentuado, puesto que a fines del 2010 había más que cuadruplicado su valor de inicios de esa década y a mediados del 2018 había perdido más de la mitad. Aún así, tanto las bolsas de valores emergentes y chilena como el precio del cobre aparecen todavía por encima de su valor a inicios del siglo y en el último caso se acerca recién a su valor promedio de largo plazo de 2,15 dólares del 2012 por libra.

Fin de Utopías

Mercados mundiales

desde sima secular que coincide con creación del sistema AFP en 1981

Medidas en dólares corregidos por inflación, las bolsas desarrolladas  se  elevaron cinco veces desde inicios de los años 1980 hasta alcanzar la cima de ese ciclo a fines del siglo XX. Luego se derrumban en dos largos tumbos durante la primera década del XXI. Se recuperan en la segunda década y a inicios del 2018 recuperan su valor de inicios del siglo. Desde entonces, sin embargo, han oscilado en torno a ese nivel, sin lograr recuperar todavía un curso claramente ascendente. 

La excepción ha sido Wall Street, que desde el 2013 se desacopló del conjunto de los mercados desarrollados, que lo incluyen, para elevarse actualmente cerca de  un 40 por ciento por encima de éstos. Desde 1981 hasta el 2020, Wall Street muestra el mismo rendimiento que los mercados emergentes.

Los mercados emergentes, en cambio, experimentaron no una, sino dos gigantescas burbujas, desde la creación del índice bursátil respectivo y del concepto mismo, en 1987. 

Entre 1987 y 1997 y medidos en dólares constantes, los mercados emergentes se elevaron al cielo al tiempo que los desarrollados experimentaban un fuerte bache en su recuperación secular iniciada en 1980. A  la inversa, en 1997 los emergentes se precipitaron en la “crisis asiática” y terminaron el siglo un tercio más abajo de entonces, precisamente cuando los mercados desarrollados entraron a su fase de “exuberancia irracional” y duplicaron su valor hasta fines del siglo XX. 

Nuevamente, durante la primera década del siglo XXI los emergentes se elevaron a las nubes mientras los desarrollados caían. Pero durante la segunda década los emergentes se estancaron mientras los desarrollados se recuperaban fuertemente.

El auge y caída de la bolsa y el peso chilenos en ambas burbujas emergentes fue todavía mayor que el conjunto de los emergentes. Sin embargo, tras su espectacular derrumbe durante la segunda década del siglo, iniciado el 2011 y agudizado desde el 2018, en que ha perdido un 70 por ciento de su valor en dólares constantes y regresado a su valor de 1993, se ha reunido nuevamente a fines del 2020 con el conjunto de los mercados emergentes.

La evolución de la cuota AFP expresada en dólares constantes resulta ilustrativa de lo descrito, y desde su creación en 1981 ha rentado lo mismo que la bolsa chilena y el conjunto de los emergentes al igual que Wall Street.

Fin de Utopías

Superciclo Cobre y Oro

y complejo emergente, expresados como proporción de mercados desarrollados 

desde sima secular que coincide con creación del sistema AFP en 1981

El denominado “superciclo” del cobre y el resto de las materias primas y también el oro, reflejan con mucho mayor nitidez el comportamiento descrito respecto de los mercados desarrollados, es decir, oscilan cotidianamente como reflejo amplificado de éstos a resultas de lo cual resulta un comportamiento secular a contrafase.

El cobre y el oro caen sistemáticamente durante la recuperación secular de los mercados desarrollados, a lo largo de las décadas de 1980 y 1990, terminando el siglo XX en sus valores mínimos mientras los últimos tocan el cielo. Luego sus precios se elevan hasta alcanzar un máximo a fines de la primera década del siglo XXI, mientras los mercados desarrollados se derrumban. Finalmente, mientras éstos se recuperan hasta el 2018, el cobre y el oro vuelven a caer desde la segunda década.

Mercados desarrollados aparecen como línea horizontal porque son la base de comparación en este gráfico. En realidad su valor oscila hacia arriba y emergentes crecen más, según respectivos PIB, mientras oro y cobre mantienen su valor porque creciente escasez de yacimientos de alta calidad compensa aumento de productividad del trabajo para encontrarlos y extraerlos.

Ello se aprecia en gráfico siguiente en que mercados se expresan en base oro.

Fin de Utopías

Mercados mundiales

expresados en oro

desde sima secular que coincide con creación del sistema AFP en 1981

La evolución cíclica secular del dólar y cobre, mercados desarrollados y emergentes, y cuota AFP, se aprecia mejor expresada en oro. El metal conserva en buena medida su función de dinero puesto que, a diferencia de monedas, posee valor en sí mismo. Su costo de producción ha sido singularmente estable, al compensar los avances tecnológicos su creciente escasez.  

La estabilidad relativa del oro corrige la apreciación y devaluación  secular del dólar, la que se puede observar leyendo la cotización del metal en esa moneda al revés, como sugería la economía clásica. El dólar se apreció al triple relativo al oro, desde la sima, el punto más bajo, secular de 1981 a la cima, el punto más alto, del 2000, para caer a la quinta parte el 2011 y nuevamente el 2020.

Medidas en oro, las bolsas desarrolladas se elevaron 15 veces desde la sima de 1981 a la cima del 2000, Wall Street 17 veces, las emergentes 21 veces y la chilena 31 veces. En la presuntiva sima secular del 2011, dicha alza se había reducido a 1,86 veces en los mercados desarrollados, equivalente a 2,1 por ciento anual promedio, parecido al PIB.   La excepción es Wall Street, que desde 2013 se comporta como mercado emergente.

Entre la sima de 1981 y la sima del ciclo siguiente en 2011, Wall Street creció a una tasa anual promedio de 4,41% medida en dólares, pero si se mide en oro, dicha tasa se reduce a 3% anual, parecido al PIB.

Desde su creación en 1981 hasta el 2022 La cuota AFP ha rentado del orden de 7% anual promedio si se mide en UF, lo que baja  a 5% si se mide en dólares ajustados por inflación, y baja al orden de 4% anual si se mide en oro. En el mismo período Wall Street ha crecido 6% en dólares y 5% en oro.

Los mercados emergentes han corregido buena parte de la burbuja que los afectó en las últimas tres décadas, regresando a su nivel de 1990. Sin embargo todavía están por encima de los desarrollados. Desde  la creación de estos índices hasta el 2021 han crecido a una tasa promedio de 3,6 por ciento anual, parecido al PIB emergente.

El cobre medido en oro,  sigue por debajo de su promedio de largo plazo a pesar de su repunte el 2021.  Es un precio relativamente estable que oscila en sincronía pero a contrafase del ciclo secular desarrollado.  Se eleva al doble del promedio cuando cada ciclo se derrumba de cima a sima, cae a la mitad del mismo en las décadas de recuperación y termina el ciclo en su promedio.

Las mediciones de largo plazo en dólares se distorsionan por la fuerte variación de la moneda estadounidense, la que se aprecia y deprecia siguiendo las oscilaciones del ciclo secular de las economías desarrolladas.

Fin de Utopías 

Wall Street y Cobre

medidos en oro

durante últimos ciclos seculares 

iniciados en 1966 y 2000

Comportamiento del cobre y Wall Street,  medidos en oro, en dos últimos ciclos seculares, iniciados en enero de 1966 y marzo del 2000, evidencia fenómenos siguientes, que sugieren una baja expectativa del metal :

Royalty equivalente, cuadro

Rentas y tributación minera en Chile 

"Royalty equivalente" 

recaudación tributaria total / valor del cobre extraído 

CODELCO aporta el triple que privadas por tonelada extraída

serie citada como fuente por The Economist

Nueva serie CENDA de "Royalty equivalente" (*) contribuye al debate de un tema complejo y polémico con indicador sencillo y sólido, actualizado mensualmente a partir de fuentes administrativas públicas.

El "royalty equivalente" se define como la proporción que representa la recaudación fiscal total efectiva desde las empresas mineras, sobre la producción de cobre mina valorada al precio promedio de cada mes, ambas medidas en dólares de cada año, actualizados por índice de precios a consumidor EE.UU.

El valor del cobre extraerlo es el mejor indicador de la renta del mineral, puesto que los subproductos pagan la mayor parte de los costos de explotación.

El "royalty equivalente" indica la proporción de cada tonelada de cobre producida que representa la recaudación fiscal desde las empresas mineras . 

Como se sabe, Chile cobra muy poco por el cobre extraído y  lo calcula como un impuesto específico, que se confunde con los demás impuestos a la renta que pagan todas las empresas del país. 

Las mineras privadas exhiben el total de impuestos pagados. El "royalty equivalente" supone, por el contrario, que sólo se cobrase a las mineras un royalty de esta magnitud por el cobre extraído. 

El resultado es que toda su tributación equivale a menos de un diezmo del valor de cada tonelada de cobre. CODELCO aporta tres veces más, casi un tercio por tonelada extraída.

Un diezmo sería un cobro bajísimo por  esa riqueza que pertenece al Estado, aún si las empresas pagasen todos los impuestos normales que afectan al resto de las empresas. 

Queda así en evidencia el gigantesco subsidio que reciben las mineras privadas. Equivale a eximirlas de los impuestos a la renta que paga el resto de las empresas, las que no cuentan con el regalo de una materia prima casi gratuita. 

El menor "royalty equivalente" pagado por la minería privada, respecto a CODELCO, ha representado un beneficio adicional de cerca de 100 mil millones de dólares para estas compañías, desde 2006.

Royalty equivalente, cuadro

Aporte de la minería privada al presupuesto del Estado

Tributación mineras privadas equivale a un seis por ciento de los ingresos del Estado

CODELCO aporta más que privadas 

con poco más de un cuarto del cobre extraído

CODELCO, que  desde el año 2006 ha extraído el 30 por ciento del cobre exportado por Chile, aportó la mitad de la recaudación fiscal minera.  

Las mineras privadas, que en el mismo período han extraído el 70 por ciento  del cobre, aportaron la otra mitad de la recaudación. 

La tributación total de las privadas equivale a menos de un diezmo del valor de cada tonelada extraída. La de CODELCO equivale a cerca de un tercio del valor de cada tonelada extraída.

Esta serie está disponible desde el 2006, cuando DIPRES incluyó en el presupuesto una  partida para la tributación de la minería privada.  Hasta la reforma del año 2003 sólo una privada grande había tributado, poco. 

En el caso de la minera estatal,  en cambio, su aporte se ha mantenido, con un "royalty equivalente" parecido, desde la Nacionalización del Cobre el año 1971, en el gobierno del Presidente Salvador Allende.

(*) "Royalty equivalente"


(*) El "Royalty equivalente" es un indicador referencial, puesto que sólo CODELCO paga un verdadero royalty, es decir una parte de sus ventas de cobre.  


Como se sabe, en Chile las mineras privadas pagan muy poco por el recurso que extraen y dicho aporte toma la forma de un impuesto específico a las utilidades, el que se registra en una partida presupuestaria junto a la tributación normal que afecta que afecta a las utilidades a dichas empresas, de la cuales el impuesto específico se deduce como un costo. La estatal CODELCO si paga un royalty de 10% a las ventas de cobre, además del impuesto específico antes aludido, aparte de una tasa mayor a la normal a las utilidades, de las cuales también se descuentan los cargos al recurso. 

La recaudación tributaria de la minería se registra en dos partidas presupuestarias, una para CODELCO y otra para las privadas. Esta última está disponible desde el año 2006. Antes de esa fecha sólo una privada grande tributó, poco.


El "Royalty equivalente supone, a la inversa, que las mineras no pagan ningún impuesto a la renta, y compara el total de aportes al fisco en las partidas antes registradas, con el valor de la producción de cobre.


(1) La producción de las mineras privadas las incluye a todas, sin embargo la tributación registrada en la partida presupuestaria "Tributación mineras privadas" considera sólo a las 10 mayores, que concentran casi la totalidad de los aportes de mineras privadas al Estado.


(2) Serie COCHILCO precio BML mensual desde 1999, año en curso actualizado al valor de la cotización diaria. La producción de cobre valorada al precio de cada mes subestima las ventas al no incluir subproductos, cuyo valor es descontado en la contabilidad minera de los costos de producción del cobre y normalmente cubre la mayor parte y en varios años excede la totalidad de estos. De este modo, el valor del cobre extraído representa el grueso de la venta anual de las empresas mineras pero asimismo constituye el mejor indicador del orden de magnitud de la renta del mineral, puesto que los subproductos pagan el grueso de su costo de extracción.


(3) Serie DIPRES de ejecución presupuestaria mensual, partidas "cobre bruto" para traspasos CODELCO y "tributación minería privada" que reúne la recaudación tributaria de las 10 mayores mineras privadas. Es un dato administrativo y por lo tanto el más confiable de los reales aportes al Estado de las empresas mineras privadas. En la presente versión del "Royalty equivalente" la recaudación fiscal se ha recalculado en dólares al tipo de cambio de cada año, actualizados al último mes por CPI-USA, que permite compararlo con la producción de cobre valorada del mismo modo. Ello ha aumentado considerablemente la recaudación del periodo respecto de la versión anterior, en que se calculaban los ingresos fiscales en UF y se convertían a dólares al cambio vigente en el último mes, porque los años de mayores ingresos fiscales el peso estaba sobrevalorado.


(4) El "royalty equivalente" es un indicador aproximado para dimensionar y comparar el aporte de CODELCO y la minería privada. 


En realidad en Chile no se cobra royalty, sino que el pago por el recurso se simula mediante un impuesto específico a la renta, lo que confunde conceptos que son diferentes. El "royalty equivalente" supone que las empresas mineras no pagan impuesto a la renta, sino solamente una parte de la renta del recurso que extraen, el cual de acuerdo a la Constitución chilena, es de propiedad absoluta, exclusiva, inalienable e imprescriptible del Estado. En este sentido, el "royalty equivalente" es el inverso de lo que hacen las mineras al suponer que el recurso que extraen tiene costo cero, cuando comparan los impuestos a la renta que pagan en Chile con los que pagan en otros países, o con los que paga el resto de las empresas que operan en el país sin utilizar recursos públicos con renta asociada. 


Como se sabe, todas las cosas escasas tienen asociada una renta, es decir, el mercado les asigna un sobreprecio por encima de sus costos económicos de producción, los que en las industrias competitivas incluyen la ganancia empresarial normal, parte de la cual es desviada para pagar la renta de los mercados no competitivos. Como se sabe, la ley fundamental de la economía es que la suma de todos los costos debe se igual a la suma de todos los precios, y por lo tanto si los productos con renta se venden por encima de su valor, necesariamente aquellos producidos en mercados competitivos deben venderse por debajo de los suyos, con cargo a la ganancia empresarial competitiva. En el largo plazo la suma de los precios debe ser necesariamente igual a la suma de los costos económicos porque éstos son a su vez la fuente exclusiva que solventa la demanda en el largo plazo. Ambos deben ser iguales asimismo, en el largo plazo, al valor agregado por el trabajo en el proceso de producción de las mercancías que logran venderse, medido a su vez en el PIB a lo largo de períodos prolongados que compensen las mercancías producidas en un período y vendidas en otros. Los costos económicos determinan el precio en las industrias competitivas, el que por este mismo motivo no cambia constantemente, sino más va disminuyendo gradualmente en el tiempo, a medida que la innovación va incrementando la productividad del trabajo. El precio de las cosas escasas, en cambio. cambia a cada instante porque es determinado exclusivamente por la demanda puesto que la oferta no puede adecuarse con flexibilidad a sus constantes vaivenes. Por este último motivo, además, atrae la especulación, la que se constituye en un segundo factor de la demanda de las mercancías escasas, junto de la demanda para producción para consumo final, o demanda real de todas las mercancías. En el caso del cobre y resto de las materias primas, la evidencia muestra que este segundo factor de la demanda, la especulación, determina el "superciclo" de sus precios a lo largo de décadas, siguiendo a contrafase el ciclo secular de las economías desarrolladas, es decir, aquel sube cuando éste cae en las décadas de crisis seculares, porque allí el capital especulativo abunda, en cambio, el "superciclo" cae cuando el ciclo secular de las economías desarrolladas se recupera y alcanza su auge, puesto que durante esas fases absorbe enormes masas de capitales.


(5) El aporte adicional de la minería al fisco si las privadas aportan un "Royalty equivalente", es decir una proporción del valor del cobre extraído, similar al que aporta CODELCO, si bien significa casi triplicar el aporte actual de la minería privada, no mide sino una pequeña parte del beneficio económico directo que significa reservar el control de la gran minería en forma exclusiva a la Estatal o a asociaciones controladas por ésta. Del mismo modo, el aporte que CODELCO hace regularmente al Estado y que éste registra en la partida presupuestaria "Cobre bruto", no representa sino una parte menor del beneficio directo para el Estado de la operación de CODELCO. En efecto, es necesario sumar a dichos aportes de CODELCO al Estado, el patrimonio mismo de la empresa, que es de propiedad estatal, el que suma varias decenas de miles de millones de dólares. Por otra parte, el hecho de retomar el control soberano de toda la gran minería representa un valor estratégico que excede con creces al beneficio económico directo de la medida, el que a su vez es muy superior al incremento asimismo considerable al de triplicar los aportes anuales de la minería al Estado. 


El principal beneficio de recuperar el control del la gran minería no es otro que restablecer la soberanía nacional, porque quién controla el cobre controla Chile.