Resultados AFP 82-12, Presentación, Diagrama General

El sistema privado de pensiones puede representarse como un gran recipiente, integrado por las AFP y compañías de seguros relacionadas, al cual los afiliados y el fisco efectúan aportes en dinero efectivo y del cual los jubilados retiran pensiones.

La suma de dichos aportes triplica estos retiros, quedando un enorme excedente anual en dinero contante y sonante. ¡Sin embargo, en el recipiente no queda ni un solo peso!

Ello se debe tiene otra llave de salida, por la cual las AFP y compañías de seguros se han apropiado de una cantidad similar al total pagado en pensiones. ¡Más uno de cada tres pesos cotizados!

Además, el recipiente tiene el fondo perforado y por allí se escapa la mayor parte el dinero. El 80 por ciento va a parar a manos de los mayores grupos económicos que operan en el país, incluidos los propietarios de las AFP y aseguradoras, o es exportado a los mercados financieros internacionales. Una parte menor es prestada al Estado.

De este modo, en el recipiente solo quedan papeles: acciones o pagarés de empresas privadas y también algunos bonos del Estado. Con sus gananciales prometidos, éstos conforman el fondo de pensiones, cuyo valor cambia día a día, según las veleidades de los mercados financieros internacionales. ¡En los últimos seis años ha dejado más pérdidas que ganancias!

El sistema está diseñado para continuar funcionando de este modo hasta el fin de los tiempos. ¡Dejando cuantiosos excedentes anuales en dinero contante y sonante, a beneficio de los administradores y grupos financieros!

Terminar hoy con el sistema de AFP, permitiría al Estado hacerse cargo de pagar todas pensiones, que el 2012 representaron dos billones de pesos, incluidas las que deben continuar pagando las compañías de seguros, puesto que se han apropiado del fondo completo de sus afiliados. Por otro lado se recuperarán las cotizaciones, que ese año sumaron 4,4 billones de pesos y todos los subsidios.

El saldo neto a favor del Estado será de 3,5 billones de pesos anuales. Ello permitirá duplicar las pensiones que hoy paga el sistema privado, para igualarlas a las que paga el sistema público para historias laborales similares. ¡Quedando todavía un excedente de 1,5 billones de pesos anuales!

La solución al problema de las bajas pensiones es sencilla. Consiste en cerrar el espiche por donde las AFP y compañías de seguros retiran sus comisiones y primas y, taponar el huraco por el cual escapa el grueso del dinero hacia los grupos financieros.

De ese modo el dinero aportado al recipiente se puede utilizar íntegramente en para pagar pensiones. En eso consiste, precisamente, el sistema de reparto.