Reforma previsional: Solución fiscal para las pensiones más bajas. Lo demás sigue a merced de AFP y mercados financieros

Post date: Apr 15, 2008 3:32:00 PM

Declaración CENDA, 11 de marzo 2008. Leer declaración completa. English version.

La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, ha firmado el 11 de marzo de 2008 el decreto que promulga la Ley Nº 20.255 que reforma el sistema previsional chileno. Mediante la misma el Estado, extiende hacia el futuro la responsabilidad de ofrecer de su cargo jubilaciones a la gran mayoría de los adultos mayores, quienes hoy se ven amenazados de quedar al margen de las pensiones AFP. Sin embargo, los beneficios ofrecidos son inferiores a los que se pueden otorgar aún manteniendo el nivel de gasto fiscal actual. En la práctica aumentan la edad de jubilación de las mujeres de menos recursos. Se postergan o niegan injustamente a muchas personas que los necesitan, manteniéndose para todos la indignidad de tener que demostrar pobreza para acceder a una pensión muy modesta. Más grave, no se toca a las AFP y ni siquiera de crea una del Estado. Por el contrario, se eliminan las pocas restricciones que van quedando respecto de sus inversiones, las cuales pueden ahora sacar casi íntegras al extranjero. Los sectores medios continúan a merced de los abusos de las AFP y sus compañías de seguros relacionadas. Estas continuarán embolsándose uno de cada tres pesos cotizados, mientras el resto va a parar a manos de los grandes conglomerados financieros. Las pensiones que ofrecen siguen sometidas a la incertidumbre de las turbulencias financieras internacionales. Sus montos son muy inferiores a las del antiguo sistema público, situación que se agrava severamente en el caso de las mujeres. La reforma aprobada significa reconocer el fracaso del sistema de AFP para la mayoría de la población, e implementar parcialmente una propuesta que originalmente fue sugerida por CENDA. En la lucha por terminar los abusos del sistema creado por la dictadura de Pinochet ha terminado el primer tiempo. Se inicia el segundo, al cabo del cual se deberá asegurar a todos los adultos mayores, mujeres en su mayor parte, pensiones definidas que les permitan disfrutar con dignidad lo que les resta de vida.